El galés que ya se estaba entrenando al mismo ritmo que sus compañeros en Valdebebas y que apuntaba a que podría volver al cien por cien recuperado en el próximo derbi frente al Atlético de Madrid, se ha vuelto a romper, fue en la sesión de entrenamiento del pasado jueves, en la cual le pudimos ver tirando a puerta y realizando el entrenamiento al completo con el resto del grupo, pero al finalizar este notó unas molestias y esta vez no han sido en el ya famoso sóleo, sino “una rotura fibrilar en el tercio medio del músculo aductor largo de la pierna izquierda”, según el propio parte médico del Real Madrid. En este mencionado comunicado, no ofrecen fecha alguna de su posible vuelta a los terrenos de juego, pero se estima que dependiendo del grado de la rotura sea entre tres y cuatro semanas, lo que le haría estar otro mes más fuera de las convocatorias.

Bale durante un partido de esta temporada | Daniel Nieto (VAVEL)
Bale durante un partido de esta temporada | Daniel Nieto (VAVEL)

Esto aparte de ser un problema para Zidane, que vuelve a perder a un jugador tan importante como Bale cuando ni siquiera aun lo había recuperado, ya que el de Cardiff no ha vuelto a jugar desde el partido en Dortmund donde se hizo la pasada lesión, también lo empieza a ser para el Real Madrid, ya que la afición se empieza a impacientar con un jugador que se pasa la mayor parte de la temporada lesionado, y el cual no es capaz de mostrar su más alto nivel, porque cada vez que lo alcanza vuelve a sufrir una lesión de este tipo.

El propio Bale se debe encontrar totalmente hundido, y es que este parece el cuento, o la pesadilla en este caso, de nunca acabar, cada vez que parece que vuelve a ser él se vuelve a lesionar para un periodo de 3-4 semanas, más el correspondiente tiempo para volver a alcanzar el ritmo competitivo, que como el propio Zidane explicó hace unos meses en rueda de prensa, es proporcional al tiempo que se ha estado de baja, esto nos deja con otras tres semanas que sumarle a un nivel más bajo que sus compañeros.

Bale durante el partido frente al Apoel | Daniel Nieto (VAVEL)
Bale durante el partido frente al Apoel | Daniel Nieto (VAVEL)

El principal problema es que ya no podemos achacar estas lesiones a la mala suerte. Mala suerte sería sí se lesionara por factores externos como lo que le pasó en Lisboa el año pasado, es decir, a raíz de una patada, un golpe, o incluso si no fueran tan de seguido, si simplemente en cada temporada sufriera una lesión de este tipo en un momento clave, pues sí sería mala suerte, en este caso y conociendo los hábitos de Bale que parecen buenos, todo apunta al factor mental y es que parece que es él mismo el que juega con miedo de lesionarse y eso al final, como estamos viendo, se acaba pagando.

Con la falta de gol que tiene el Real Madrid ahora mismo perder un jugador como Bale durante más tiempo es un duro varapalo, ya que es una de las grandes bazas del equipo blanco en ataque y con la cual no se va a poder contar durante otro largo mes, y en principio si todo va bien, el galés podría estar de vuelta para el clásico del 23 de Diciembre, pero sería arriesgado meter a un jugador como Bale que volvería de un largo periodo lesionado (dos meses), en un partido de tanta intensidad y de vital importancia para los blancos, ya que tendrían la posibilidad de reengancharse a la lucha por la liga, por lo tanto, salvo que se acorten los plazos sería otra gran cita en la que el Real Madrid no puede contar con Bale por otra lesión muscular.