El equipo de Eusebio Sacristán es un equipo siempre temible, pese a que llegue al choque en la posición número 15 de LaLiga.

El equipo vasco tiene del juego aéreo su estandarte. Claro está que para dominar el juego por arriba necesitas un referente goleador. Un jugador que lo transforme todo en gol. Ese jugador fundamental es Wiliam José, el hispano-brasileño es uno de los máximos goleadores de la competición y un auténtico portento dentro del área.

El fútbol txuri urdin no se puede explicar sin la clase de Asier Illarramendi, el auténtico cerebro de este club. El ex-madridista construye y dirige al equipo desde la medular, dando el equilibrio que este necesita.

En defensa tampoco es que vayan flojos, sobretodo en laterales. En el lateral derecho se puede ver a Odriozola, una de las sensaciones de la liga y un peligro constante para el equipo rival. Por la banda izquierda tenemos a Kevin Rodrigues, otro chico de la casa que ha explotado esta campaña. En la línea central, está Íñigo Martínez, la contundencia, y a Diego Llorente, el cerrojo del equipo. En último lugar, en portería se sitúa Gerónimo Rulli, un portero de lo más ágil.

La Real Sociedad no llega, ni mucho menos, en su mejor momento. El equipo está decimoquinto en la tabla y solo a siete puntos del descenso, tras encadenar tres derrotas consecutivas en LaLiga; una en Butarque, ante el Leganés; dos en casa, ante el Barcelona y el Celta de Vigo. Los de Eusebio aún no han estrenado el casillero de victorias en este nuevo 2018, ya que su última victoria fue el 20 de diciembre ante el Sevilla, donde el equipo venció por 3-1 en Anoeta.

En cuanto a los partidos a domicilio, el equipo txuri urdin no acaba de sacarlos adelante, siendo su última victoria el 14 de octubre en Mendizorroza ante el Deportivo Alavés por 0-2. En total, son tres los partidos que la Real ha vencido lejos de Anoeta.

La Real Sociedad llega a Villarreal con muchas necesidades. Necesita empezar a sumar de tres en tres si quiere llegar a los puestos de Europa. Los datos en el campo groguet no son del todo favorables para el equipo vasco, ya que su último triunfo en ese estadio fue en la Copa del Rey el 16 de enero de 2014, donde vencieron por 0-1. La emoción está asegurada.

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