El Real Madrid está en un momento en el que solo puede pensar en no desentonar en Liga y prepararse para la Copa de Europa. Y es que lo que viene en competición europea no es moco de pavo. Le espera el PSG que está teniendo una competición liguera casi sin sobresaltos. Y es que aunque perdiera ante el Lyon y fuera expulsado Mbappé, el equipo parisino tendrá todos sus efectivos de cara a la eliminatoria de Champions. Y que mejor manera de hacerlo ante el otro club, el levantinista que junto al de Mestalla fue de los primeros rivales que le robaron puntos en el comienzo de la campaña que hoy está en el ecuador.
El Levante tampoco se encuentra en un lugar sencillo, y es que la falta de gol y de puntos le ha acercado a una posición tan peligrosa como la zona de descenso. Pero en el equipo blanco no hay dobleces. Y saben en Chamartín que las goleadas que consiguieron en Liga ante el Deportivo y Valencia deben seguir, o al menos llevarse los tres puntos de nuevo en la capital levantina. Nada mejor que comenzar un buen conjunto de resultados a pocas fechas de la ida de Octavos de la Champions League. Un partido de la única competición en la que dependen de sí mismos para conseguir el Trofeo. Un campeonato que haría tener mejor sabor de boca tras la eliminación en Copa del Rey por el Leganés y el hecho de tener muy alejada la primera plaza de Liga, ocupada por el F. C. Barcelona.
El club granota, a diferencia del equipo blanco se ha reforzado, especialmente en la zona delantera. Más allá del fichaje del saudí Al Muwallad, han llegado futbolistas contrastados como el exsevillista Coke, el italiano Pazzini, Sadiku o Rochina. Además ha llegado sabia nueva joven como es el caso del portero celtista Ivan Villar. Una nueva cara la del equipo valenciano que por el contrario su rival blanco ha preferido no hacer altas ni bajas. Y es que el preparador francés Zinedine Zidane desea terminar la campaña con la plantilla con la que la empezó.
Un gesto noble y apreciado en la plantilla para terminar con la vista puesta en la Champions y acabar de la mejor manera la Liga. Y es que, a pesar de la difícil situación que tiene el equipo madridista en Liga, hasta que sea matemáticamente imposible seguirá luchando por la consecución del título de Liga.
El Rival: El Levante necesita puntos
Si el Real Madrid precisa de mejorar la imagen y no dejar escapar a los rivales que tiene por encima en la tabla de clasificación, el Levante necesita escapar de la zona baja de la tabla. Y es que los pocos puntos que le separan de la zona de descenso. Si el equipo blanco tiene a dos y ocho puntos al tercer y al segundo clasificado; el equipo levantinista está a tan solo dos del equipo que abre la zona de descenso. Su último rival en Liga: el Deportivo de la Coruña.
Un equipo que como se ha mencionado, necesita goles y para ello se ha buscado reforzar especialmente la zona ofensiva con Rochina y Pazzini especialmente. En contraposición salieron Langerak que no tuvo apenas minutos, Enes Ünal que volvió a Villarreal, además de Samu García y Nano Mesa que salieron a Málaga y Gijón respectivamente.
Los últimos partidos, imposición blanca
Desde que en la jornada 4 de la temporada 2011-12 el Levante se llevara una victoria por la mínima en su casa, siempre ha sido derrotado por el club madrileño. Nueve derrotas hasta el empate robado por el conjunto granota en el Bernabéu este curso. Un empate a uno que ayudó a la distancia que hay entre el líder liguero y el cuarto puesto que ocupa el Real Madrid.
Las más grandes victorias blancas son por cinco tantos tanto en casa como fuera. Y son de la campaña 12-13 en el Santiago Bernabéu con un 5-1 y un 0-5.
Por parte levantinista está el último empate a uno de la actual campaña y el 1-0 conseguido por el equipo de Orriols con el tanto de Koné.
Posibles onces:
