Estamos hablando del que posiblemente sea el mejor futbolista que haya pasado por el equipo blanco, pese a los ya casi 96 años de historia de este club.
Ángel María Arregui nació en la localidad guipuzcoana de Mondragón, y pese a la lejanía con Jaén, acabó recalando en el club blanco, tras su etapa en el Sevilla FC.
Fue durante su etapa en el Real Jaén donde precisamente este jugador alcanzó su cima futbolística, llegando a vestir la camiseta de la selección española. Esto fue en el año 1953, cuando por aquel entonces el Real Jaén militaba en Segunda División. En esta misma temporada conseguía hacerse con el trofeo Pichichi de máximo goleador en Segunda División, anotando 30 goles en dicha temporada.
Con el Real Jaén jugó durante 13 temporadas, tres de ellas lo hizo en Primera División. Durante esta etapa consiguió anotar la increíble cifra de 225 goles, entre Tercera, Segunda y Primera División, además de la Copa Federación, Copa del Rey, y la ya extinta Copa de Andalucía. En Jaén es recordado por la gran cantidad de goles de cabeza que solía anotar, así como por la cinta blanca atada a la cabeza que fue su seña de identidad.
Un aspecto menos conocido pero igualmente llamativo, y que habla de su limpieza dentro del terreno de juego, es que en las cuatro temporadas que jugó en Primera División, jamás vio ninguna tarjeta amarilla.
Otro dato no menos curioso, y que resulta muy difícil de ver en el actual fútbol moderno, es que pese a ser pretendido por equipos como Real Madrid, que por aquel entonces contaba en sus filas con jugadores de la talla de Alfredo Di Stéfano, y otros equipos como Athletic de Bilbao, Arregui siempre apostó por permanecer ligado al club del Santo Reino, incluso después de sufrir algún que otro descenso.
Trayectoria
Durante su carrera futbolística, aparte de la ya mencionada trayectoria en el Real Jaén, jugó en los siguientes clubes: Deportivo Maestranza Área de Logroño, CD Iliturgi, Úbeda CF, y Sevilla FC, recalando posteriormente en el Real Jaén.