Tarde gris en Almendralejo

La sensación del "día de la marmota" es cada vez más constante en el Francisco de la Hera durante la segunda vuelta. La impresión general que desprenden los 90 minutos de ayer es la de vivir una y otra vez el mismo partido, pese a que ni el once, ni las intenciones de que la situación se repita sean ni mucho menos éstas.

Extremadura y Ejido disputaron un partido extraño, muy visceral por momentos, en el que la mayor insistencia local fue contrarrestada un día más por sus propios "despistes". Un descontrol conjunto y un derroche inefectivo de fuerzas, intensidad y garra que quedó, nuevamente, sin la recompensa deseada.

Apuesta local por el balón

Rafa Martín Vázquez volvía a sorprender con su esquema de inicio, introduciendo un doble pivote defensivo compuesto por Miranda y Zarfino y el estreno de José García como titular en detrimento de Kike Márquez. Cambios que si bien es cierto dieron un aire diferente al equipo, no surtieron efecto en cuestiones necesarias como fluidez y pegada.

Las noticias sobre el verde no se harían esperar y el Ejido tardaba tres minutos en mostrar su carta de presentación al Francisco de la Hera. Rápida triangulación del conjunto celeste por la banda izquierda, Pino se mete con habilidad hasta la cocina y, tras varios rechaces, Velasco aprovecha la pasividad local para rematar al fondo de las mallas. 0-1 e incredulidad en el graderío ante tal inicio.

El jarro de agua fría despertó a los azulgrana que segundos después devolvían el golpe. Minuto 04. Balón hacia la izquierda donde se encuentra Jairo, el canario conduce y pone un centro medido a la cabeza de Enric Gallego que el catalán no desaprovecha. 1-1 y "reseteo" general.

Manu García "sacaba" el mano a mano a Pino tan sólo un minuto después y, tras este "intenso" inicio, el partido bajaba en revoluciones y ambos conjuntos comenzaban a mostrar sus respectivas propuestas. La intención del Extremadura pasaba por hacerse con el esférico y erigir la figura de Jesús Rubio como "director de orquesta". Los andaluces, por su parte, intentaban ralentizar el tempo del encuentro y aprovechar sus opciones a la contra.

Las ocasiones se sucedían y al cabezazo de Lolo González, que sacaba Candelas bajo palos, replicaban Zarfino y Enric. Sin embargo, la ocasión más clara de los azulgrana estaría en los pies de Jesús Rubio quien, sólo en el área pequeña, no acertaba a batir a Cristian en el minuto 38.

Complicaciones innecesarias

La segunda parte repetía el guion de la primera, goles incluidos. Jairo volvía a poner a prueba a Cristian en el 50 y, tres minutos después, penalti a favor del Ejido. Balón que controla Alfonso dentro del área y Zarfino, incomprensiblemente, le agarra hasta acabar derribándolo. Lolo González anota, subiendo el 1-2 y dando un nuevo vuelco a las expectativas un público que no da crédito ante tales concesiones.

De nuevo el gol espoleaba a los locales que empataban por medio de Enric Gallego dos minutos después. El catalán, el mejor en la tarde de ayer, aprovecha un córner que se pasea por el área para anotar de forma embarullada. 2-2 y nuevo respiro para la parroquia azulgrana.

Al contrario que en la primera mitad, la chispa de ambos conjuntos en zona de 3/4 se iba paulatinamente apagando y, ni los cambios, ni los "arrebatos" de intensidad suponían argumentos suficientes como para alterar el marcador. El encuentro iba languideciendo entre imprecisiones constantes y ataques desorganizados. La tuvo Kike Márquez en el 78 pero Cristian, muy atento, abortaba sus intenciones en el mano a mano.

Con el pitido final, llegaba el sinsabor local por la escasa renta obtenida y el enfado generalizado de una grada cuya fe en asaltar las primeras posiciones va perdiendo crédito.

El Extremadura volverá a pasar la semana en tercera posición, aunque sigue lejos de su mejor versión y el cerco de sus perseguidores es cada vez menor. El Ejido, por su parte, desciende al 13º puesto y deberá seguir empleándose a fondo para garantizar la zona de "calma".

El próximo domingo los de Almendralejo visitan al colista y, de nuevo, a los fantasmas que le asolan durante este segundo tramo de campeonato. En Jumilla esperará una nueva prueba de fuego para el proyecto de Martín Vázquez y sus posibilidades de cara a la terrible recta final de liga.