Bruno Perone, de indiscutible a no jugar.

Bruno Perone llegó en el mercado de invierno tras la salida de Jesús Valentín, para ayudar al equipo en la parcela defensiva. Tras disputar ocho encuentros como titular, ha pasado por la grada y el banquillo, en una situación atípica en otros equipos, pero conocida en este Real Zaragoza.

Bruno Perone, de indiscutible a no jugar.
Fuente: Andrea Royo. Vavel Zaragoza
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Por Sergio HZ

Bruno Caldini Perone, nacido en Sao Paulo (Brasil) el  6 de julio de 1987, es un jugador conocido y seguido por la secretaría técnica del Real Zaragoza desde hace mucho tiempo. El plan era incorporarlo el pasado verano ya que el perfil convencía al entrenador y se pensaba que podía ayudara a paliar las carencias existentes en el centro de la zaga blanquilla.

Cuando todo parecía cerrado, el presidente del Nástic de Tarragona, club donde militaba Perone en ese momento, remitió al Real Zaragoza a abonar la cláusula de rescisión si quería hacerse con la propiedad del jugador. La citada clausula ascendía a tres millones de euros por lo que se desestimó el fichaje y al club aragonés acabó llegando Verdasca, procedente del filial del Oporto.

En el mercado de invierno salió de la entidad aragonesa Jesús Valentín rumbo a Córdoba, tras una temporada decepcionante y un rendimiento muy por debajo de lo esperado y acabó llegando Bruno Perone. Al parecer, el brasileño tenía un preacuerdo con el Real Zaragoza para la siguiente temporada y en tierras tarraconenses no les pareció apropiado tener un jugador en sus filas que podría tener el futuro en un equipo rival, dejándole marchar sin abono de clausula de rescisión.

Ocho partidos ha jugado Perone hasta la fecha, empezó de titular contra el Alcorcón. Disputó desde el inicio otros siete encuentros, llegando incluso a marcar gol contra el Lorca. Su último partido fue el disputado en La Romareda contra el Sevilla Atlético donde se perdió por cero a uno y en el cual Natxo González puso a calentar a Verdasca en la primera parte porque observó algún detalle del central brasileño que no le gustó demasiado.

En los dos siguientes encuentros ha pasado por la grada y por el banquillo, viviendo una situación, que a pesar de la cantidad de equipos y países por los que ha jugado el brasileño, quizá todavía le era desconocida.

Varios jugadores han pasado por los "toques de atención" de Natxo González, algunos han superado esas situaciones y han vuelto a entrar en la dinámica del equipo como Pombo, Eguaras, Buff o Verdasca. Otros se han caído de las convocatorias y su presencia se ha vuelto testimonial como son los casos de Ángel, Oyarzun y, en su día, el mismo Valentín.

Ahora le toca a Perone lidiar con esta situación, que Natxo usa a medias entre castigo y motivación, un recurso que en la primera vuelta parecía algo ilógico pero que viendo los resultados en la segunda y la aceptación del método por parte de la plantilla, se ha convertido en todo un acierto del vitoriano.