Muchas han sido las conclusiones obtenidas tras la derrota del Valencia en Mestalla frente al Getafe por un gol a dos. "Marcelino se equivocó en el once", "las rotaciones no funcionan", "Vietto y Andreas no dan el nivel". Y pese a que todas quizás sean correctas, hay una que reina sobre ellas y es la siguiente: el Valencia tiene un equipo para competir por la Champions, pero una plantilla de media tabla.

Marcelino alineó un once poco usual para el encuentro con Vietto y Pereira como principales novedades. Sería sencillo "culpar" de la derrota al asturiano por experimentar con jugadores que además no son de la propiedad valencianista, no obstante, hay que ir más allá. Con tres partidos en una semana cualquier equipo rota jugadores, cualquier técnico rota a su equipo, y lo único que no depende de él es la calidad de los jugadores que participan. Marcelino estaba en la "obligación" de rotar para hacer un ensayo de lo que será la temporada del año que viene, y se demostró que el equipo aún no está preparado.

Marcelino siempre ha dicho que quiere "una plantilla corta", pero que ello no exima a la plantilla de calidad. La de este año además de ser una plantilla con pocos jugadores, también anda algo necesitada de nivel para competir con Champions. A la indolente actitud de Vietto y Pereira se le sumó ayer la falta de ritmo de un Maksimovic que lo intentó todo, pero que no dio para más. Con ritmo de juego, se ha demostrado que el serbio tiene buen nivel, pero ayer quedó en entredicho que esté preparado para jugar el año que viene al mejor nivel; tal vez lo mejor sea buscar una cesión a un equipo de primera para que siga su adaptación. 

Los grandes equipos son aquellos que, cuando rotan, no se nota (apenas). Y no es que el Valencia ayer lo notara, es que el efecto fue excesivo. No dio para ganar al Getafe, y hasta que entraron dos titulares como Soler y Rodrigo, acompañados de un enchufado Ferrán Torres, el equipo no levantó la cabeza. Contra el Getafe sí que se puede reaccionar en el minuto 70 y lograr el empate, o al menos estar cerca, pero contra rivales Champions despidanse. Probablemente, lo más cuestionable al técnico valencianista sea el hecho de que alineara a Andreas Pereira (jugador que al 100% en verano abandonará la entidad), por delante de Ferrán Torres, el cual lleva cuajando unas buenas actuaciones los últimos encuentros en los que ha participado.

El Valencia, que ya seguro contará con tres partidos semanales la temporada que viene, necesita encontrar en este mercado de fichajes a jugadores que "estén listos". Que puedan no jugar durante dos semanas y luego jueguen 90 minutos a buen nivel. Que pasen desapercibidos en el banquillo durante un mes pero cuando jueguen rindan al nivel Champions que merece el club. Quedó demostrado ayer, al igual que durante toda la etapa que el Valencia disputó la copa del Rey, dónde llegó a encadenar seis derrotas seguidas.

Dicho todo, y secundando las palabras del señor García Toral, la temporada del Valencia está siendo extraordinaria, y eso es algo que siempre hay que recordar. Con una plantilla bastante similar a la de la temporada anterior, (añadiendo sin duda las piezas clave de Guedes y Kondogbia), el equipo ha pasado de quedar décimosegundo a estar rozando con la yema de los dedos la Champions cuando aún quedan varios partidos por delante. La crítica siempre está permitida en esto del fútbol, pero a veces es importante tener memoria y recordar, como dice siempre Marcelino, "de donde venimos". Hay varios jugadores que han ayudado al club a volver donde merece, pero quizás no tengan la calidad como para ayudarle a mantenerse ahí. Esto del deporte es algo bonito pero duro, y el Valencia no se puede quedar en el agradecimiento eterno a los jugadores que le han ayudado a volver a donde merecía, esto sigue, el verano llega y la Champions está a la vuelta de la esquina.