"De las glorias deportivas que campean por España, va el Madrid con su bandera, limpia y blanca que no empaña", dice un himno madridista al que bien se le podría añadir el continente europeo, allá donde los futbolistas que visten de ese color tan destelleante terminan alcanzando el cielo. Da igual que sea París, Munich,Turín o Londres.
Curiosamente, en esta temporada tan irregular para los de Zidane, con todos unidos por una misma ilusión (la décimo-tercera) han logrado derrotar a dos gigantes clubes de Europa, que en sus respectivos campeonatos nacionales estaban intratables. Antes de poder firmar el hat-trick si cae también el Bayern de Munich en estas semifinales de Champions, ni el líder de la Ligue 1 ni el del Calcio ha podido con el Real Madrid.
Así -lejos de que en Chamartín se puedan sentir poco orgullosos por vencer a equipos europeos más modestos, como ha sucedido en otras ediciones pasadas- los madridistas están cosechando un éxito a la altura de muy pocos actualmente.
Su eterno rival, el FC Barcelona, se llevó la bola más asequible del sorteo para cuartos de final y, sin embargo, el regalo les salió muy caro tras ver cómo Dzeko o Manolas les arrebataba el sueño del triplete. Una remontada que ha quedado escrita en la historia de la competición para siempre, igual que las mágicas noches vividas por el club blanco.
Si la goleada al PSG fue un morbazo mundial después de todo lo que se había comentado (sobre todo, de parte culé), el 0-3 en Turín terminó por presagiar lo mejor de un equipo lanzado hacia su décima tercera Champions. Un 'matagigantes' de cuidado que, con el himno europeo retumbando por todo el estadio, se transformaba en una apisonadora futbolística.
No existe rival débil o más fuerte para el Real Madrid, pues cualquiera que se ponga en su camino, de momento, ha sucumbido frente a la voracidad de Cristiano Ronaldo y la calidad de sus compañeros, sin dejar en el tintero a Zinedine Zidane. ¿Será el Bayern dirigido por Heynckes el próximo en caer?