23,5 km y el abismo de por medio

Opinión | El CD Leganés se desplaza este sábado al Santiago Bernabéu con el objetivo de conseguir la salvación. Con conseguir un empate será equipo de Primera División una temporada mas. Por su parte, el Real Madrid no quiere que se repita la gesta 'pepinera' de la Copa del Rey.

23,5 km y el abismo de por medio
Foto: Dani Nieto (VAVEL)
angar99
Por Angel Garcia-Consuegra Guijarro

23,5 km separan el Municipal de Butarque del Santiago Bernabéu. En mitad un abismo. Un abismo de dudas, de miedo y de incertidumbre. Pero también un abismo de felicidad y de nostalgia por lo vivido en el feudo blanco, y también por lo que se puede conseguir. El Leganés viaja hasta la Avenida Concha Espina para volver a saltar a la palestra con un 'pepinazo'. Se podría llamar un "Señor pepinazo" o un "Súper Pepinazo" por la magnitud del evento.

No es un partido mas, no son tres puntos como otros cualquiera que transcienden mínimamente y que al día siguiente están olvidados. Es la cita en la que el Leganés puede saltar a la prensa internacional, otra vez mas. Ya lo hizo después del giro de tobillo de Asensio. Aquel gol en el noventa que dejó mas congelado Butarque del frío natural que hacía aquel día de enero. La información climatológica es de primera mano, porque un servidor estuvo allí. La sensación fue de que aquel gol tumbaba la andadura del Leganés en la Copa. No fue así porque hubo una plantilla y una afición que se sobrepuso al duro revés blanco. Nadie que no fuera del Leganés confiaba en aquella gesta, todos los demás sí. Los de Garitano eliminaron a los de Zidane dando una lección de humildad y de fe en el Santiago Bernabéu.

Ahora, no es la Copa del Rey pero es otra final. El Leganés necesita tan solo un punto para conseguir estar otra temporada mas en la máxima categoría del fútbol español. En el caso de perder en el Bernabéu, estarán pendientes del FC Barcelona. En caso de que los de Valverde ganen o empaten a los gallegos, el Leganés también estaría salvado. A nadie le amarga un dulce, y el Leganés prefiere conseguir la salvación en Concha Espina. Profanar el feudo blanco descorchando el champagne y celebrando por todo lo alto la permanencia. Si ya lo hizo una vez, ¿por qué no dos?