En la temporada 2015-16, Racing y Unión Deportiva Logroñés se enfrentaban en la cuarta jornada de liga del grupo primero de la Segunda División B. Se trataba de dos equipos construidos para luchar por el ascenso.

Por una parte, el Racing llegaba tras un desastroso descenso de la Segunda División y con un siempre discutido Pedro Munitis al frente de la nave verdiblanca. Por su parte, los riojanos saltaban al césped de El Sardinero liderados por el actual técnico racinguista, Carlos Pouso.

En un año en el que ambos conjuntos consiguieron entrar sin excesivos a la promoción de ascenso, ninguno de los equipos logró el objetivo y terminaron la temporada sin conseguir salir de la división de bronce del fútbol español.

Un Racing confeccionado para ascender

En Santander siempre hay exigencias, al tratarse de uno de los equipos históricos del fútbol español y un clásico de la Primera División. Sin embargo, las circunstancias y malas gestiones han llevado al equipo a encontrarse en un bucle en el que no encuentra la salida.

En la temporada 2015/16, la entidad santanderina encomendó la tarea de regresar al fútbol profesional al tándem Pedro Munitis-Gonzalo Colsa, jugadores que dieron mucho al equipo pero cuyo bagaje como entrenadores se limitaba a unas cuantas jornadas en Segunda División que no sirvieron para eludir el descenso.

Con un equipo construido para jugar a campeón, los hombres de Munitis no comenzaron bien esa temporada, donde caían en la primera jornada ante el Celta B y posteriormente conseguían una victoria (Atlético Astorga) y un empate (Arandina).

Con muchas dudas en su juego, típico del comienzo de temporada, la plantilla compuesta con hombres del nivel los hermanos San Emeterio (actualmente en el filial del Sevilla), Álvaro Peña (Alcorcón), Dani Rodríguez (Albacete) o Dioni (Fuenlabrada), debían bajar a la arena para pelear en el barro ante equipos muy correosos.

Pouso dejó su sello en Logroño

La Unión Deportiva Logroñés era la primera piedra de toque para ver el verdadero nivel del Racing ante rivales de entidad. El técnico vasco ya ganaba varias temporadas atrás en Santander, esta vez en Copa del Rey, con el Mirandés que sorprendió a todo el fútbol español con su maravillosa temporada.

Los riojanos se presentaban en Santander con jugadores de la talla de Borja García, Pere Milla o Iker Alegre y con la intención de dificultar las cosas a los cántabros. A pesar de ser la cuarta jornada de liga los dos equipos eran conscientes de que el enfrentamiento directo podría ser clave en la clasificación final.

El día que Pouso asaltó El Sardinero

El entrenador vasco se caracteriza por ser un buen conocedor de los banquillos del fútbol modesto. Ese día en Santander, pareció estudiar muy bien a su rival y, desde muy pronto, ya comenzó a dar muestras de que su equipo no iba a ser una comparsa.

Ante una defensa santanderina que se mostraba blanda e insegura, a los cinco minutos Iker Alegre ya pudo adelantar a los riojanos, pero su disparo se estrelló en el poste de la portería defendida, por aquel entonces, por Dani Sotres.

El Racing tuvo buenos momentos combinativos en el centro del campo pero le costaba mucho acercarse a las áreas y terminar las jugadas. A pesar de buscar las internadas por banda de Óscar Fernández y Migue García, la inoperancia de la delantera parecía ser un problema grave.

El Logroñés seguía a lo suyo y en una falta lateral, Borja García conseguía rematar de cabeza y anotar el primer y único gol del partido. A partir de entonces, Pouso ejerció de Pouso y dejó el balón al Racing para que llevara la iniciativa, mientras que los riojanos se replegaban y protegían con éxito el resultado.

Con muchos acercamientos, el Racing buscó el empate en jugadas de Artiles, Migue García o Dioni, quien apareció en la segunda parte para convertirse en la referencia ofensiva de los cántabros. Lo cierto es que la segunda mitad fue dominada completamente por un Racing que se quitó el corsé y fue a por su rival, pero la consistencia defensiva de los rojiblancos fue lo suficientemente efectiva como para llevarse el partido.

Por segunda vez en su carrera, Pouso vencía al Racing que entrenaría dos años después, con los mismos argumentos futbolísticos que está intentando implantar en la capital de Cantabria: solidez defensiva, mucho trabajo y acierto en las áreas.

Dos temporadas después, las tornas han cambiado. El Racing sigue luchando por entrar en una promoción de ascenso que no será fácil, mientras que los riojanos, descartados por el ascenso, solo tienen el aliciente de pelear por la Copa del Rey y no facilitar las cosas a su rival.