Se presentaba un derbi descafeinado en Urbieta entre dos equipos con los deberes hechos y en el que solo el Gernika se jugaba una plaza para disputar la Copa del Rey la próxima temporada. Aún así, el Arenas plantó cara y le puso las cosas difíciles a los de Jabi Luaces. Los rojinegros se adelantaron por medio de Aitor Ramos, pero el conjunto local se repuso con un zarpazo primero de Larrucea al filo del descanso y otro de Pradera ya en el segundo tiempo.

El técnico local no se guardó nada e hizo tres cambios con respecto al once que a punto estuvo de dar la campanada la jornada anterior en Irún. Se quedaron fuera Petxarroman, Arego y Abaroa y entraron en su lugar Ekaitz Jiménez, Güemes y Entziondo.

En el Arenas, a pesar de que no se jugaban nada, Bolo optó por alinear el once de gala con tan solo dos variantes: Pablo Fid en la portería y Cristóbal en la mediapunta. Sorprendió la ausencia en el once de Luisma Villa, que no disputó ni un solo minuto.

De menos a más

Como todo buen derbi vasco que se precie, el partido arrancó sin especulaciones y con los dos equipos luchando a más no poder por cada balón dividido. La intensidad fue la tónica dominante en los primeros minutos de juego, pero con el paso del tiempo el Gernika se fue haciendo con el control. Güemes tuvo la primera ocasión clara del partido al interceptar una mala cesión de la defensa a Pablo Fid, pero llegó forzado y su disparo se marchó por encima de la portería.

La primera que tuvo el Arenas, en cambio, fue gol. En una contra conducida por Zamorano por el flanco izquierdo, el extremo argentino la puso atrás y apareció Aitor Ramos para definir al palo corto y por abajo. Saltaba la sorpresa en Urbieta, ya que hasta el momento el Gernika estaba siendo superior, pero los visitantes demostraron más efectividad de cara a puerta.

El Gernika se repuso tras el gol encajado y continuó jugando de igual manera. Los de Luaces acusaron la falta de profundidad y el Arenas empezó a sentirse cómodo, hasta el punto en que se hicieron con el control en el último tramo del primer tiempo. El Histórico merodeó la meta defendida por Altamira, pero no logró poner en serios aprietos al arquero. Quien sí lo hizo fue el Gernika.

En la última jugada de la primera parte, los locales consiguieron la igualada gracias a una jugada de estrategia en una falta lateral. El balón fue pasado al segundo palo y, tras una prolongación de cabeza, Gorka Larrucea apareció completamente solo para meter la testa en boca de gol y poner el empate en el marcador. Tras el gol, el árbitro indicó el final del primer tiempo.

Pradera cambió el partido

El Arenas pudo volver a adelantarse en el marcador en varias ocasiones nada más empezar el segundo tiempo. Primero, Aitor Ramos cabeceó fuera estando completamente solo. Poco después, Altamira sacó con los pies un lanzamiento de Zamorano, y por último, Dani López gozó de una doble ocasión que primero salvó el guardameta y después la defensa.

Luaces decidió entonces cambiarle la cara al equipo con un doble cambio. Se fueron Güemes y Etxabe y entraron Txema Pan y Pradera. Y vaya si se la cambió. Apenas cinco minutos después del cambio, Pradera cabeceó a la red una falta lejana botada por Larrucea. El delantero aprovechó la oportunidad y puso por delante a su equipo nada más salir al terreno de juego.

Los de Bolo bajaron el ritmo tras el gol y el Gernika empezó a llegar con más claridad al área contraria. Pradera y Entziondo tuvieron sendas ocasiones para abrir brecha en el marcador, pero fallaron y tuvieron que sufrir en los últimos minutos para mantener un resultado que finalmente no se movió.

El Gernika sigue soñando

Los tres sufridos puntos acercan al Gernika al objetivo de jugar la Copa del Rey el próximo año. Los pinchazos esta jornada de sus principales competidores hacen que los de Urbieta, con 58 puntos, se coloquen nada más y nada menos que en quinta posición. A falta de dos jornadas para el final están seis puntos por encima del Tudelano, que es el equipo que a día de hoy se quedaría fuera de los puestos coperos, por lo que sacando un punto en los dos próximos encuentros estarían matemáticamente clasificados. El próximo fin de semana disfrutarán de un nuevo derbi en casa, esta vez ante el Leioa, antes de terminar la temporada en Anduva frente al Mirandés.

El Arenas, en cambio, deambula por la zona tranquila de la clasificación. Los de Bolo consiguieron la salvación matemática la pasada jornada en Sarriena y, con 45 puntos, tienen certificada la permanencia. Pero a pesar de que ya no se juegan nada, tendrán un papel fundamental en la lucha por el play-off de ascenso, ya que les toca enfrentarse a dos de los gallos de la liga que todavía tienen mucho en juego. La próxima jornada recibirán en Gobela al Mirandés y terminarán el curso viajando a Mareo para enfrentarse al Sporting B.

Puntuaciones Vavel

Pradera 3 puntos
Cristóbal 2 puntos
Altamira 1 punto
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Sobre el autor
David Lourido
Estudiante de Periodismo en la UPV/EHU.