Toca retroceder hasta la jornada 23 de la temporada 2012-13 de la Segunda División. Los dos equipos en cuestión vivían situaciones muy diferentes: el Elche, con Fran Escribá a los mandos, caminaba con paso firme hacia Primera División con 53 puntos en su bolsillo y una diferencia de 12 puntos con el tercer clasificado, el Girona ; por su parte el Hércules, con tan solo cinco victorias en 23 partidos, se situaba penúltimo con 20 puntos y  a cuatro puntos de la salvación.

El Elche, con la ausencia del actual jugador del Getafe Damián Suárez, salía con Manu Herrera en la portería, defensa de cuatro formada por Etxeita, Pelegrín, Javi Flaño y Albacar, centro del campo con Generelo y Rivera en la sala de máquinas y línea de mediapuntas con Fidel, Aarón Ñíguez y Xumetra y Coro en la punta de lanza. Por su parte, el once herculano estaba formando por Falcón (que repetirá esta semana en el once) en portería, Cortés, Pamarot, Cabrera y Peña como defensas,  centro del campo con Diego Rivas, Redondo y Edu Bedia y arriba con Mario Rosas, Javito y Portillo, actual director deportivo de la entidad.

17.000 personas se congregaron aquella noche en el Martínez Valero, de los cuáles 1.500 eran herculanos. Durante la semana se hablaba del derbi más desigualado de la historia reciente... y así fue.

Tras varios intentos del Elche de llegar a la portería de Falcón, Generelo logró realizar un gran pase dirigido al lado derecho de la frontal del área y Xumetra, con la velocidad que le caracteriza, logra superar a la defensa alicantina y batir por bajo al portero visitante.

El Elche quería seguir haciendo daño a su eterno rival, pero se llegaría al descanso con un 1-0 corto para lo que se había visto hasta entonces.

La segunda parte no cambió su guión en absoluto: los ilicitanos continuaron con su asedio a la portería herculana y su premio llegaría a los dos minutos de reanudarse el partido. Probablemente uno de los mejores goles vistos en los derbis provinciales, cuando Xumetra pasa el balón a un Corominas que se adentra dentro del área, y cuando le rodean tres defensas alicantinos, caño a Paco Peña, aguanta el balón ante Cabrera y con un disparo raso bate al portero visitante para delirio de la afición franjiverde.

Tras el segundo tanto, el partido se tranquilizó y , salvo varias ocasiones de Fidel, el marcador no tuvo intención de moverse de ese 2-0 definitivo.

Al final, tres puntos más para un Elche que sumó su undécima victoria consecutiva como local y que seguiría con ese paso para finalizar una temporada que acabaría con su histórico regreso a Primera División  y que significó una de las etapas más doradas del conjunto franjiverde. Por su parte, el Hércules vio rota su racha de dos partidos seguidos ganando, pero, finalmente lograría una salvación angustiosa, sumergido en una de las épocas más duras de los capitalinos.

Ambos equipos esperan volver a disfrutar de este derbi en Segunda División, donde llevan disputándose en gran parte del siglo XXI.