Día de pulsaciones bajas. Girona y Valencia, sin apenas nada en juego y con sus objetivos ya conseguidos, se limitaron simplemente a hacer acto de presencia sobre el verde del Municipal de Montilivi durante la primera media hora. El gol del titular Vietto espoleó a un Girona que lo intentó hasta el final.

Era día para ver a Ferran Torres de inicio, a Nemanja Maksimovic en la medular junto a Carlos Soler, ocasión para despedirse de Luciano Vietto o para ver un posible debut del canterano Gonzalo Villar.

El nuevo Valencia de Champions saltaba al césped de Girona repleto de novedades. Sin nada en juego ya, aunque la tercera plaza fuera posible si nos aferramos a las matemáticas, el once de gala de Marcelino era historia. Juntando descansos y sanciones, solo Soler y Guedes partían de inicio en un equipo que repartía minutos para Jaume, Lato, Maksimovic, Ferran y Vietto.

No muchos espectadores recordarán con efusividad lo que ocurrió en la primera media hora del Girona-Valencia de aquella jornada 37 del curso 17-18. Los equipos saltaron al verde por obligación más que por cualquier otra razón. Pocos alicientes en un Girona sin Portu pero con ganas de despedir una sobresaliente campaña con una victoria ante su público. Lo mismo en un Valencia que trataba de dar caza a un Madrid situado a cuatro puntos con seis en juego. Poca historia. 

Ferran Torres trató de animar el choque con una buena carrera en el carril del diez que murió en una dudosa caída dentro del área. El chaval sabe lo que hace cuando tiene la pelota. Y tiene calidad de sobra. Fue acabarse la animadísima primera media hora y los equipos trataron de dar algo de espectáculo. 

Una mala dejada de Vietto en la frontal del área pequeña a Zaza no permitía que el italiano rematara cómodo para romper las tablas. La jugada es el fiel reflejo del estado de forma y mental de los dos delanteros suplentes del Valencia.

Una de las causas del "mini arreón" final de ambos equipos fueron las sucesivas faltas sobre Gonçalo Guedes. El Girona conoce al luso y no le dejó correr. El portugués acabó desquiciado y trató de desquitarse con un espectacular zurriagazo desde más de veinte metros que atrapó Bono en tres tiempos. 

Replicaba el Girona en el 37 a través de un remate de Borja García donde más duele a los guardametas. Abajo y al primer palo. Un centro de Lozano, el arma más peligrosa de los locales gracias a sus carrileros, era mal rematado por Stuani pero aprovechado por García y salvado por Jaume. El meta de Almenara interviene poco pero cuando lo hace es decisivo. Parece que no note la suplencia.

Similar el comienzo de la segunda parte al de la primera. Un cuarto de hora de calma. Sin embargo, Luciano Vietto decidió acabar con esta además de romper una sequía de tres meses sin acordarse de lo que era hacer un gol.

El argentino robó la pelota en la frontal de su área y la llevó él solito hasta el área rival para acabar definiendo el contragolpe con un zapatazo con la izquierda imposible para Bono. Vietto aprovechó la oportunidad que le brindó Marcelino aunque un gol no debería valer un fichaje.

Al igual que en el primer periodo, los de Machín contestaban las acometidas valencianistas, y en el 65 una nueva intervención de mérito  de Jaume evitaba el empate de Juanfe a la salida de un córner. Diez minutos más tarde, era la madera la que evitaba la igualada tras un testarazo del recién incorporado Olunga. El Girona no quería despedirse de su gente con una derrota. 

Los catalanes lo intentaron de todas las maneras posibles para cerrar su completa temporada con un empate ante un equipo de la parte alta pero les faltó acierto. No coraje ni ganas. Mucho mérito a un conjunto de Machín que lo intentó hasta que Iglesias Villanueva pitara el final. 

El Valencia alcanza la friolera de 70 puntos y recibirá al Deportivo de la Coruña para cerrar en casa su magnífica temporada. Un nuevo trámite para repartir minutos, dar oportunidades y disfrutar de la clasificación para la UEFA Champions League.