Triste, lamentable, penosa, indecente… muchos son los calificativos que podrían describir la temporada del Racing de Santander. Tras saborear las mieles del éxito y ser un habitual en categorías superiores, esta temporada ha conseguido la peor clasificación de sus 105 años de historia.

Para cerrar la campaña, el equipo santanderino recibía a otro histórico, el Real Unión de Irún, también inmerso en una mala temporada. Los cántabros mantenían una mínima posibilidad de entrar en los puestos que daban acceso a la promoción de ascenso, opción que pasaba por ganar al Real Unión y esperar una derrota del Bilbao Athletic ante el Tudelano.

El equipo que, hasta este partido, dirigía Carlos Pouso ponía en liza un once muy competitivo y que buscaba, al menos, resarcirse de la mala imagen ofrecida en el último partido en San Sebastián y cerrar el año con una victoria.

Como viene siendo habitual, el Racing salió con más ímpetu que su rival e inició una primera fase de partido muy activa, con buenos movimientos de Héber por banda izquierda y mucha presencia en las inmediaciones del área rival. A los cuatro minutos, César Díaz enviaba un balón al larguero, tras rematar un saque de esquina botado por Aquino.

Los visitantes poco a poco se fueros sacudiendo el dominio racinguista y Orbegozo a punto estuvo de aprovechar un despiste defensivo. El Racing lo intentó por medio de Jerín, que realizaba un disparo tras una buena acción ofensiva de Borja Lázaro. Orbegozo se erigía como el hombre más peligroso del equipo irundarra y a punto estuvo de adelantar a los suyos cuando recogió un balón suelto en el área, pero Crespo reaccionó muy rápido e impidió el gol vasco.

En un partido sin demasiada presión por parte de ambos equipos, el Racing dispuso de una serie de buenas llegadas muy mal finalizadas. Gayoso sacaba bajo palos un centro de Héber que se fue envenenando. Posteriormente, una buena acción de Castañeda fue muy mal terminada por César Díaz que tuvo miedo a meter el pie ante la salida del meta Sequeira.

El partido avanzaba y el Real Unión no podía frenar las envestidas de los cántabros. Aquino lo intentó desde lejos pero su disparo salió alto. Al igual que Jerín, cuyo tiro no encontró portería tras una buena jugada colectiva. Incluso el canterano Gándara dispuso de una buena ocasión cuando se encontró, sin esperarlo, con un balón prolongado por Gonzalo a la salida de un córner, pero el joven defensor terminó desaprovechando la oportunidad.

Los últimos acercamientos a las áreas llegaron por medio de un fuerte disparo de Castañeda, que salió rozando el poste y un tiro de Martins al aprovechar un error en la entrega de Jerín y que atrapó Crespo en dos tiempos. Con una sonora pitada del poco público presente en El Sardinero, terminaba la primera mitad.

Goles del Real Unión

A los pocos minutos de reiniciarse el encuentro, el Real Unión supo aprovechar muy bien el desorden racinguista. En el primer minuto, Martins remataba completamente solo, pero su tiro se iba muy alto. Iba a ser la antesala del gol guipuzcoano. Capelete arrancó por la banda izquierda hasta pisar la línea de fondo y ceder a Sergio Llamas, que remataba al fondo de la red. Lógicamente, el gol visitante ayudó a quebrantar los ánimos de la grada santanderina. Los pitos comenzaron a ser constantes y los jugadores racinguistas comenzaron a notar la crispación.

El Real Unión supo contener a los cántabros con mucho orden y a una buena colocación. El Racing se veía superado y los vascos iniciaban rápidas contras como la que propició un activo Sergio Llamas para habilitar a un lento Orbegozo que no supo finalizar la jugada.

La constante lluvia tampoco ayudaba al juego de toque que proponía el Racing y el juego se ralentizaba demasiado. Pouso buscaba la reacción en los suyos y movió el banquillo dando entrada a Pau y Óscar por César y Héber. Sin embargo, el Real Unión seguía a lo suyo y creaba muchos problemas a la defensa racinguista. Un mal despeje de Óscar no lo supo aprovechar Juan Domínguez para hacer el segundo gol de su equipo.

El Racing buscó a la desesperada el empate, con acciones de Pau o disparos lejanos de Quique Rivero y Aquino que no tuvieron éxito. Pero cuando las cosas van mal, siempre pueden ir peor. A los 70 minutos de juego, un disparo de Iosu Hernáez golpea en Gonzalo y desvía la trayectoria del balón para conseguir el segundo y definitivo gol de su equipo. Como la semana anterior, el Racing acusaba el mazazo y no reaccionaba. La grada seguía dictando sentencia y varios jugadores quedaban señalados.

Con veinte minutos por delante, Iván Crespo tuvo que hacer frente a un disparo de falta de Iosu Esnaola que a punto estuvo de sorprenderle. El Racing seguía con un juego muy lento y plano, al que no le favorecía la cantidad de agua presente sobre el césped.

En los últimos minutos del choque, Borja Lázaro dispuso de una buena ocasión al finalizar una buena jugada de Aquino, pero su tiro final fue bien repelido por Sequeria. Pau, Rivero y Aquino lo volvían a intentar pero el guardameta visitante se mostró muy seguro bajo palos para despejar cualquier intento de los cántabros.

Con una derrota muy justa, los santanderinos cierran una temporada para olvidar, cimentada en una mala planificación de la plantilla y en una plausible falta de un patrón de juego. Fracaso absoluto de un club y de una directiva que abandonaba el barco racinguista la pasada semana para ahorrarse la bronca y el descontento general que dictaba la afición. Muchos jugadores han quedado señalados y los nuevos dirigentes tendrán que afrontar la remodelación de una plantilla que ha sido incapaz de entrar en los puestos de promoción de ascenso.

Por su parte, el Real Unión culmina una mala temporada en la que se esperaba mucho más de un equipo que ha tenido que sufrir más de la cuenta para conseguir la permanencia.