The Reds. Liverpool Football Club. Un equipo que va ligado a un sentimiento. Esa sensación que te entra al saber que estás en la final de Champions League y que no te puedes permitir fallar. Ese malestar que te provoca el hecho de que todo el mundo te de como favorito y que todos los focos y la presión se centren solo en ti. Esa es la sensación que, vistas las circunstancias, tiene el Real Madrid cuando piensa en la final de Kiev.

Es cierto. El Liverpool no es el Barcelona de Messi. No es el Bayern Múnich de Lewandowski. Pero solo por eso no se puede decir que el partido haya acabado. Básicamente, porque tanto el Barcelona como el Bayern Múnich han caído y el Liverpool sigue al pie del cañón. Un club no está en la final de una Copa de Europa por casualidad, algo que parece dar a entender gran parte de la prensa para quitarle importancia y respeto al equipo inglés.

Klopp, el ingeniero del éxito red. Foto: Liverpool FC

Desde la llegada de Klopp han cambiado mucho las cosas en Merseyside. Ya no es el club que tambaleaba sin rumbo peleando por puestos europeos cuando Brendan Rogers dirigía a los reds. Su estilo de juego tardó en adaptarse, pero ha llegado este año con más fuerza que nunca y le ha llevado a plantarse en Kiev contra todo pronóstico.

Cuando los expertos apostaban por el Manchester City de Guardiola como único equipo inglés en poder plantar cara a los grandes, llegó el Liverpool y los eliminó. Así, sin más. Ya lo decía Ayestarán, que formó parte del cuerpo técnico de la dorada época red de Benítez: “Me impresionó el ritmo del equipo, el intercambio de posiciones [de los jugadores], siempre manteniendo el balance del equipo”. Una plantilla que despliega un fútbol como ese se merece estar arriba. Repasamos su trayectoria durante la temporada en todas las competiciones que ha participado.

Premier League

No estamos ante una competición fácil. Muchos la han calificado como una de las ligas más competitivas. Sin embargo, aún con la presencia de otros grandes equipos, el Liverpool se ha mantenido firme y ha logrado un cuarto puesto que le permitirá estar presente en la próxima edición de Champions League, habiendo quedado por encima de Chelsea y Arsenal. Muy meritoria la temporada de los ingleses, sin duda.

En cuanto a números, se subraya a simple vista el por qué se encuentran en la final. Salah, Mané y Firmino han sumado un total de 57 goles, consagrándose como el trío más ofensivo de la liga y uno de los más peligrosos de toda Europa. Asimismo, Mohamed Salah ha logrado la bota de oro de la Premier League y se ha quedado a solo tres tantos de superar a Messi como el mayor goleador de Europa.

84 goles a favor y 38 en contra definen a un club que es bueno al contraataque y creando peligro en acciones individuales, pero que le cuesta defender resultados a favor. La disciplina del Liverpool es otro aspecto digno de mención. En las 38 jornadas de competición, solo un jugador ha sido expulsado por tarjeta roja y las tarjetas amarillas apenas superan el promedio de una por partido.

Champions League

El cúlmen de una buena temporada. Klopp ha conseguido, con compromiso, resistencia y buen hacer, llevar al club de Merseyside a disputar una final de Champions. Infinitos recuerdos pasan por la mente de los aficionados relacionados con aquella final de Estambul, en la que un Liverpool comandado por Benítez se fue al descanso perdiendo por tres goles a cero y acabó remontando y pasando a la historia como una de las mayores gestas del fútbol moderno.

Un equipo del que todo el mundo afirmaba que, ante la salida de Coutinho, las aspiraciones de llegar lejos en Europa quedarían en nada. La realidad supera muchas veces las predicciones: el trío Salah-Mané-Firmino ha cosechado un total de 29 goles de los 40 goles a favor de los reds en lo que llevamos de competición, ergo su ataque y su compenetración han sido fundamentales en el desarrollo de este equipo.

Salah ha logrado la bota de oro inglesa y es clave para el ataque red. Foto: Liverpool FC

El Liverpool es un club al que le gusta tener el esférico. Tanto en liga como en Copa de Europa supera, en promedio, el cincuenta por ciento de posesión, lo que refleja que la creación de peligro de los ingleses se basa en la buena estructura del centro del campo. Del mismo modo, el acierto de pase suele superar el 80%, aunque la mayor debilidad que pueda aprovechar el Madrid es que, en caso de ir ganando, al Liverpool le cuesta mucho mantener el resultado positivo. Tal vez pueda estar ahí la clave del partido.

FA Cup, el fracaso

No todo iba a ser bonito en Liverpool. Remontándonos a marzo, el conjunto de Klopp se medía en cuarta ronda de la FA Cup a un modesto West Brom. Todo parecía indicar que el camino estaba más que hecho, pero los baggies se pusieron con una ventaja de dos goles al descanso y comenzaron los problemas.

Salah recortó distancias en la segunda mitad, pero no fue suficiente para detener la ilusión de un equipo que había saltado al campo con la mente puesta en asaltar Anfield. Ahí terminó la andadura del Liverpool por el torneo, algo que se pudo ver influido por la concentración máxima del club en Champions.

Capital One Cup, más de lo mismo

La copa de la liga inglesa terminó igual que la FA Cup para los reds. Confiados en que podían pasar a la siguiente ronda, el Liverpool se enfrentaba al Leicester. La emoción del encuentro llegó en la segunda mitad, cuando los foxes se adelantaban en el marcador y el rostro del Jurgen Klopp no auguraba nada bueno. Slimani remató la faena en el minuto 78 para dejar a los de Anfield fuera de una competición casi al iniciar la temporada.

Todo a una carta

En definitiva, Jurgen Klopp, con el destino de su equipo en los otros tres torneos, logró centrar a su equipo en llegar a lo más alto en Champions League y está a un paso de tocar la copa. Para ello, deberá pasar por encima del Real Madrid, algo que no es tarea fácil. Todos los aficionados intentan conseguir el espíritu de 1981, de un Liverpool que logró vencer al Real Madrid y alzarse con el título. Esperemos que, para beneficio del club merengue, las cosas cambien 37 años después.