Álvaro Cervera, entrenador del Cádiz Club de Fútbol, sacaba un once titular en el que poco acostumbrado tiene a sus aficionados. Dos delanteros, Jona y Barral, Perea en el extremo derecho y ausencia de un jugador en la mediapunta. Pero la lógica nos dice que, una vez pitado el inicio del partido, el dibujo y las posiciones cambiaran y todo volverá ser como lo que era de costumbre.

Los primeros diez minutos del partido fueron de máximo respeto entre ambos conjuntos, no se veía con claridad quién tenía la mayor posesión del balón, y ninguno de los dos conjuntos se atrevía a pisar el área del contrario.

Y fue en el minuto 11 cuando llega la primera aproximación peligrosa. Un saque de esquina favorable para el conjunto local, lanzado por Quini, Raúl Baena logra realizar el remate entre los tres palos, pero el remate choca al larguero. Primer peligro muy claro del conjunto local.

Comienza las lesiones

Fue en el minuto 14 del partido, tras un choque fortuito entre un jugador del conjunto local y el cadista Jona Mejías, parece que el choque fue en el brazo derecho del cadista, por lo que Álvaro Cervera se veía obligado de realizar el primer cambio. Quitar al malagueño para sustituirlo por Aitor García.

Y con este primer cambio obligado, cuando se pensaba que ya no habría más sobresaltos, llega la segunda lesión. David Barral, tras otro choque fortuito en el minuto 26 del juego, cae lesionado. Por lo que tuvo que ser sustituido por José Ángel Carrillo.

El Cádiz, como ha hecho siempre durante toda la temporada, se mete con todos los jugadores en su propio campo defendiendo, esperando pacientemente la oportunidad de aprovechar una contra y poner en jaque al portero del conjunto local. Pero no siempre este sistema de juego es efectivo.

Minuto 42 del partido, Alberto Martín, desde banda derecha, pasa el balón a Manchis, fuera del área visitante, que remata a gol, haciendo el 1-0. Un marcador que sienta como un jarrón de agua fría para muchos aficionados cadistas. Ya que, según resultados, colocaban a los amarillos fuera de puestos de playoffs.

Un atisbo de esperanza

Empezaba la segunda parte del partido, y el conjunto cadista cambió por completo su forma de juego, poniendo más intensidad y llegando con más frecuencía al área granadina. Prueba de ello fue el gol del empate, minuto 50 del partido, una buena jugada entre Álvaro García y Brian Oliván, donde este último centra al área local, Carrillo remata y gol de cabeza. Un gol en el que los cadistas se podrían ver un poco más cerca de los playoffs; si remontaba el marcador, se clasificaba para jugar la liguilla.

Una cadena de horrores para los amarillos

Pero las esperanzas durarón poco. Minuto 52, tras una jugada, Alberto Perea, uno de los mejores del Cádiz, cae lesionado y pide su cambio a gritos. Por lo que el entrenador tuvo que sustituirlo obligatoriamente por Salvi Sánchez, dejando a los gaditanos sin posibilidad de realizar más cambios.

Diez minutos más tarde, con intención de parar la jugada de peligro de Machis, el cadista Rober Corea realiza una nueva falta en la que el árbitro del partido le muestra la segunda cartulina amarilla al defensor cadista. El Cádiz CF con 10 futbolistas desde el minuto 62 del partido.

Y para acabar el sueño cadista, minuto 82 del partido, una jugada individual de Machis, y desde fuera del área cadista, logra desde un fuerte chut hacer el definitivo 2-1. Un marcador que sitúa a los amarillos fuera de la pelea por el ascenso a Primera División.