¿Qué puede ser peor que ver como tus vecinos transpirenaicos levantan en su casa su primera Copa del Mundo? Pues hacer el ridículo en el mismo Mundial.
Había esperanzas en la España de Clemente. Después del buen papel realizado en EE. UU. 1994, la selección volvió a sufrir en la Eurocopa la tediosa maldición de cuartos. Cayó en dicha ronda frente a Inglaterra, en la ronda de penaltis. Con todo, demostró que tenía un gran nivel.
Por otra parte, el equipo español realizó una excelente fase de clasificación. En aquel conjunto destacaban nombres de futbolistas importantes, como son Andoni Zubizarreta, Fernando Hierro o Raúl González Blanco.
El grupo con el que se iba a enfrentar la Roja en la liguilla parecía simple, pero desde el principio comenzó el desastre. España perdió el encuentro correspondiente a la primera jornada del grupo, contra Nigeria. Ese partido, que acabó con una derrota por 2-3, se recordará por el clamoroso fallo de Zubizarreta. El portero del Barcelona, en vez de sacarlo, introdujo el balón en su portería.
La segunda jornada, en vez de para remontar el vuelo, sirvió para empatar a cero contra Paraguay. Así, España se olvidó de opciones de pasar de ronda.
Por último, el encuentro final lo disputaron los españoles contra Bulgaria, pudiendo resarcirse con una goleada por 6 goles a 1. Pero de poco valió, ya que acabaron terceros y el campeonato del combinado nacional finalizó ahí.
Sería el último Mundial como seleccionador de Clemente, que dispuso de su última oportunidad en la EURO 2000. En ella España cayó contra Francia... en cuartos de final.