La temporada ha llegado a su fin en Primera División, y Butarque descansará durante el verano para volver a acoger con más fuerzas a sus aficionados la próxima campaña. Prácticamente tres meses serán los que habrá que esperar para que vuelva a sonar el pitido inicial de la que será la tercera temporada del Club Deportivo Leganés en la máxima categoría del fútbol español.
El sueño que comenzaba dos veranos atrás sigue presente en todos y cada uno de los integrantes de la gran familia pepinera. Aunque sí que es cierto que para el próximo año se esperan caras nuevas y se irán viejos conocidos que hicieron posible que este sueño aún siga existiendo.
Si bien en el fútbol hay que mirar hacia delante, también hay que hacer un repaso de cómo ha sido la temporada del 'Lega' en la que, de nuevo, no ha estado ninguna jornada en los puestos de descenso e, incluso, este año los ha tenido más lejos que nunca, a pesar de haber acabado finalmente en la decimoséptima posición.
Para la mayoría de los entrenadores, el centro del campo es el pilar básico para poder formar un equipo equilibrado en el resto de posiciones, y para Asier Garitano también lo es. Con el esquema preferido por el técnico vasco, el 4-2-3-1, la base y la solidez en el medio campo es providencial para poder elaborar un juego de calidad y evitar que el contrario haga lo propio. Así lo hizo desde que llegó y se va habiéndolo realizado hasta el último partido.
El eje de los titulares
Analizando los jugadores claves que han ocupado la medular a lo largo de la temporada, un nombre se pasa por la mente de todos: Rubén Pérez. El '21', el único "pero" que se le puede dar es que no sea propiedad del Leganés, pero eso son cosas aparte. Rubén Pérez ha sido la base del equipo que ha conseguido la permanencia por segunda temporada consecutiva. Asier le quiso el primer año y le tuvo, y de nuevo le pidió y volvió a donde se había sentido de nuevo querido e importante. Ha sido uno de los mejores de la liga en su función, la de desactivar el juego contrario, y de hacer el trabajo que nadie ve. Además, la calma y experiencia que ha mostrado en su segunda temporada en Butarque ha hecho que el equipo se sintiera seguro con él en el terreno de juego.
A su lado, Gabriel Pires. El brasileño retrasó su posición tras la salida de Timor y la llegada de Javier Eraso, y se adaptó bien. Volvió a ser uno de los elegidos por Garitano para la titularidad y demostró con creces que merecía ese puesto. A pesar de ocupar una posición con menor llegada a la portería rival, ha sido el máximo goleador del equipo con cinco tantos en liga, y es que ha desempeñado su función de cazagoles y le ha salido bien. El ataque pepinero, la organización y la llegada al área rival se basaba en él y Eraso, y lo han sabido hacer a la perfección.
Javier Eraso volvía a la que fuera su casa en el último año del 'Lega' en Segunda División B y en el primer año de Segunda. Se fue por la puerta grande a Bilbao, y la experiencia que guardó en sus partidos por el Nuevo San Mamés le hizo ser fundamental para Garitano, otra vez, en su segunda etapa por Butarque. No defraudó y fue titular en los momentos que más lo ha necesitado el técnico de Vergara. Su gol en el Bernabéu queda grabado en la memoria de los aficionados de aquel día histórico.
Estos tres jugadores han liderado la medular durante toda la temporada, siendo la base de lo que pedía Garitano. La entrega, presión, sacrificio y buen trabajo como señas de identidad, y creciendo en cada uno de los compases de la temporada, a pesar del duro calendario que tuvo que afrontar el club blanquiazul.
Técnica por las bandas
Por la banda, varios jugadores, pero sin duda, el trabajo realizado por Omar Ramos o Nabil El Zhar ha sido excepcional. Este último, el jugador marroquí, llegó al 'Lega' como refuerzo invernal la pasada campaña, y se ha convertido en una pieza clave del equipo, a pesar de no contar para el seleccionador de Marruecos. En liga, 30 partidos disputados y dos goles. El desborde por la banda lleva su nombre y el salto de calidad que proporcionó al club en la zona ofensiva desde su llegada se ha hecho de notar.
Omar Ramos, tras su calvario con las lesiones, pudo volver a disfrutar del fútbol de Primera División en 23 ocasiones. El mago, con un guante en la pierna izquierda, ha sido una pieza clave para el técnico vasco y, siempre que ha podido contar con él, lo ha hecho.
Los comodines de Asier
Darko Brasanac y Gerard Gumbau han sido los comodines preferidos para Garitano. Ambos llegaron este verano y han sido claves en las rotaciones del equipo en los momentos más complicados. Las distintas variables que un entrenador puede tener durante la temporada, las han sabido ejecutar a la perfección y, con trabajo y constancia, han sabido aprovechar cada una de las oportunidades que han tenido a lo largo de la temporada.
Gumbau llegó libre y, a pesar de que el principio no fuera como él esperaba, supo mejorar sus condiciones y el equipo lo acabó notando. A sus 23 años, solo en liga ya ha disputado 25 partidos de los cuales, en 16 ha sido titular. Sus condiciones y poderío físico le han hecho ser esencial en los tramos más complicados de la Liga, hasta ir ganándose con trabajo el agradecimiento de los aficionados.
Como él, Darko Brasanac. El serbio llegó cedido del Real Betis Balompié y Asier ha visto en él uno de los refuerzos más importantes de toda la temporada. A pesar de haber sido baja por lesión durante algunas jornadas, ha sido esencial en la idea de Garitano, y lo ha reflejado en cada partido. Buen trabajo y constancia, méritos que le han hecho ser uno de los preferidos por el míster cuando el equipo más lo necesitó.
Las bajas de la temporada
Desde el 9 de diciembre, Alexander Szymanowski no se viste con la elástica blanquiazul con la que hizo vibrar a la afición en sus dos primeras temporadas como jugador del Leganés. Tras trece partidos de trece posibles, y dos goles en liga, Szymanowski comenzó una pesadilla de la que aún no ha podido deshacerse por completo. El segundo capitán de la plantilla durante esta temporada ha tenido que ver desde fuera a sus compañeros, sin poder ayudar como él hubiera querido hacerlo. Pero llegará con más fuerza que nunca, y volverá a ser ese dolor de muelas para la defensa rival.
Erik Morán se fue en el mercado invernal un año después de iniciar su segunda etapa como jugador del Leganés. Su destino, el AEK de Atenas. En el 'Lega' tan solo pudo disfrutar de seis partidos durante esta temporada, solo dos como titular, y antes de que se abriera el mercado, sabía que sería mejor marcharse para continuar con su carrera. Yahya, por su parte, llegó al 'Lega' como parte de un proyecto de LaLiga.
Asier Garitano no le pidió, quería a otro con el que poder tapar los agujeros que pudieran quedar en el equipo para el último tramo de Liga, y ni siquiera llegó a ir convocado. A pesar de que el Leganés logara la salvación varias jornadas antes del último partido liguero, el vasco no contó con él debido a su estado de forma.