Cualquier tiempo pasado siempre fue mejor, y eso en el Mérida lo saben muy bien. Por eso, ayer anunciaron el fichaje del pacense Joaqui Flores (Badajoz, 1984), un viejo conocido del club romano. El extremo derecho procede del CD Badajoz, equipo con el que apenas se puede mirar a la cara el Mérida (y viceversa), pero es que el de Joaqui es un caso especial.
El pacense empezó su andadura en el fútbol profesional en 2006 de la mano del Cerro de Reyes, el club de su barrio. Tras varios años sin pisar la comunidad extremeña (militó en las filas del Fuenlabrada, Manchego, Toledo, RSD Alcalá, Arandina, Llagostera, Burgos y Conquense), volvió a la región en 2014 de la mano del Mérida AD, con quienes ya sabe qué es ascender a 2ªB. Lo hizo en 2015 en la eliminatoria de campeones ante el Laredo. La vuelta se jugó en Cantabria y precisamente Joaqui fue el encargado de marcar el primer gol que, junto al segundo de Dani Alonso, llevaría a los emeritenses a la ansiada categoría de bronce. Siguió en el club romano una temporada más llegando a luchar por meterse en Copa del Rey. En 2017, Joaqui ficharía por un refundado Badajoz que poco a poco iba subiendo escalones tras su desaparición en 2012. En esa misma temporada, el de Cerro de Reyes no sólo saboreó de nuevo un ascenso a la categoría de bronce, sino que además volvió a ser protagonista tras marcar contra el Calahorra uno de los dos goles que le dieron la victoria a los pacenses en el último partido de playoffs.
Flores puede ser uno de los pocos jugadores que haya vestido la camiseta de dos máximos rivales, Mérida y Badajoz, y que en ambas ciudades se le recuerde con cariño y respeto. Tanto, que ha vuelto a fichar por una de ellas y de nuevo con el mismo objetivo: ascender a la Segunda División B.
Cambio de centrales
No fue la única noticia que recibieron los aficionados romanos en la mañana del 11 de julio. Después de conocerse hace unos días la no continuidad de Kike Pina, ayer se hacía oficial la salida de Paco Aguza. Ambos tenían contrato con el Mérida y el club contaba con ellos, pero las ofertas de superior categoría pesaron más. Pina puso rumbo a la SD Eibar, con quien hará pretemporada, aunque probablemente acabe jugando con el filial CD Vitoria en 2ªB. Del futuro de Paco Aguza nada se sabe aún. La directiva emeritense le concedió la carta de libertad, aunque si elige un club extremeño para la siguiente temporada tendría que abonarse la cláusula correspondiente.
Para compensar, el Mérida anunció poco más de 24 horas después a otro jugador de la misma posición: Alex Jiménez (1994) se convierte en nuevo central emeritense procedente de la UPP. Ha sido una pieza insustituible para los placentinos, con quienes ha jugado playoffs de ascenso a 2ªB tras haber quedado terceros en liga regular. A pesar de no haber cumplido aún los 24 años, Alex ha disputado ya 4 temporadas en Tercera División (dos con el Atlético de Madrid C, Móstoles y Plasencia) y una en 2ªB con el Socuéllamos.
