El Real Zaragoza comenzaba la pretemporada el 9 de Julio para ir poniendo la primera piedra en un proyecto, que como ya se ha dicho numerosas veces, debe acabar perfectamente. La temporada 2018/2019 es sin lugar a dudas la que más ilusión ha provocado en la afición aragonesa y en la que más confianza se ha depositado para conseguir el ascenso a la mejor liga del mundo.
Para conseguirlo, Imanol Idiakez contará con gran parte del equipo que vestía la camiseta del león la temporada pasada y algún fichaje que ha causado furor entre los aficionados. Sin embargo, el entrenador vasco se ha encontrado con los primeros problemas al frente del equipo maño. Las lesiones de jugadores importantísimos y que fueron clave en la temporada pasada ha hecho que se instale una pizca de nerviosismo en el entorno que envuelve al equipo.
Lesionados de larga duración
El primer contratiempo son las ausencias de tres jugadores con lesiones de larga duración, las cuales llevan arrastrando desde la temporada anterior. Gaizka Toquero, el cual ya tenía molestias durante los últimos partidos, decidió someterse a una artroscopia, la cual reveló una lesión en su rodilla derecha que le impedirá participar en los entrenamientos con el grupo, al menos, hasta dentro de un mes. El vitoriano era el único '9' puro junto a Jeison Medina, un problema añadido para Imanol.
Por su parte, Íñigo Eguaras y Guti padecen sendas pubalgias, lesiones de larga duración y que dependen mucho de las personas y su evolución. Los tiempos de recuperación son estimados y en principio ninguno de los dos llegará al principio de temporada. Como han afirmado fuentes cercanas al club, es posible que hasta octubre no podamos verlos en acción.
El exjugador del Mirandés fue el faro que guió al Zaragoza durante la pasada campaña, además de uno de los mejores centrocampistas de la categoría, mientras que el canterano ya se perdió los últimos partidos de la temporada y fue uno de los fijos en los planes de Natxo González mientras estuvo bien.
Dos jugadores fundamentales que también han sufrido las consecuencias de la pretemporada han sido Alberto Zapater y Giorgi Papunashvili, ambos con sendas roturas de fibras. El georgiano padece una rotura fibrilar en la parte posterior del muslo derecho, por lo que estará alrededor de un mes de baja y llegará justo al comienzo de la temporada. El de Ejea padece una rotura fibrilar en la parte anterior del cuádriceps de su muslo izquierdo, lo que le obligará a estar algo menos de un mes de baja y se espera su presencia al comienzo de la competición.
Boltaña pasa factura
Los percances no se quedan aquí y es que la concentración en Boltaña está siendo un verdadero caos. Durante la sesión de ayer, Diogo Verdasca y Daniel Lasure tuvieron que retirarse del entrenamiento matinal y no pudieron participar en la segunda sesión del día por problemas físicos. El luso tuvo problemas en su abductor izquierdo y el canterano sufre problemas en los isquiotibiales de su muslo izquierdo.
La guinda la puso el recién llegado Jeison Medina, que tuvo que retirarse por un golpe con Alberto Benito. Además, Julián Delmás sigue con su proceso de amigdalitis, una inflamación de las amígdalas, unas glándulas situadas en la garganta, aunque se espera su pronta recuperación y puesta en marcha con el resto del grupo.
Lo que parece evidente es que la temporada anterior ha pasado factura en el equipo maño, ya que ha visto como muchos de los titulares de Natxo González están teniendo problemas físicos. Ante esta situación, el club se plantea realizar alguna incorporación para reforzar el centro del campo ante las lesiones de tres jugadores titularísimos y que apenas rotaron durante el año pasado.