La pretemporada para los de Paterna no está siendo nada fácil por distintos factores. Entre ellos, destaca la falta de ritmo, las condiciones meteorológicas y las lesiones de Paulista y Gaya.

Tras la derrota ante el PSV y el empate contra el Laussane, las sensaciones no han sido las mejores posibles para Marcelino. Sin embargo, la afición se mantiene positiva y muestra su máximo apoyo al grupo. 

El Valencia ha recalcado que será una temporada dura pero especial. La llegada a la Champions, la máxima competición europea y el objetivo de quedar entre los cuatro primeros en la liga determinan la gran exigencia de la campaña. La última sesión preparatoria sirvió para dejar a un lado la actitud negativa de la derrota contra el conjunto holandés y mostrar un claro inconformismo ante el nivel dado. 

"Esfuerzo y dedicación", algo que ha querido destacar el Valencia en su comunicado. Los futbolistas están convencidos de que recuperarán el nivel poco a poco y podrán acercarse a los clubs que poseen un mayor potencial. Para ello, se deberá priorizar el trabajo colectivo por encima de todo. Marcelino es consciente de la situación que atraviesan los "Ches" pero siempre se ha caracterizado por ser un entrenador que no se rinde y que no buscan excusas. "Trabajo, trabajo y más trabajo", remarcó. 

Las últimas cuatro incorporaciones del club valencianista, a falta de dos posibles llegadas, ya han podido ver el nivel de exigencia que ofrece un club como el Valencia. El grupo respira ambición liderada por sus capitanes y Marcelino. El técnico asturiano tiene una tarea realmente ardua por delante: establecer un once inicial contra el Atlético en el Wanda Metropolitano, el primer partido de la temporada. Todos los jugadores, salvo las dos lesiones, se encuentran disponibles para combatir ante la primera piedra de toque de la temporada.