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Empate a cero en un Sadar silenciado

Los navarros y los sorianos no pasaron del empate a cero.

Empate a cero en un Sadar silenciado
Los rojillos defienden un saque de esquina // Fuente: LaLiga
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Por Jon Martinez

La séptima jornada, enfrentaba a dos equipos que venían de distintos resultados con morales adversas. Osasuna, llegaba eufórico tras vencer y con buenas sensaciones al Real Sporting de Gijón por un gol a cero. A lo largo de esta semana había recuperado a Xisco y a Juan Villar tras pasar por lesiones, el primero, finalmente, entró en la convocatoria facilitada por Jagoba Arrasate y ha llegado a disputar algunos minutos del encuentro, el segundo, no entró en la convocatoria por miedo a una posible recaída. En resumen, Osasuna solo llegaba al encuentro con tan sola una baja, la del portero Sergio Herrera. Por otro lado, el Numancia, llegaba con los ánimos más rebajados que los navarros al caer en casa la pasada jornada frente al Almería. En la lista de convocados, quedaron descartados tanto Ripa como Alain Oyarzun.

El encuentro disputado a las 18:00 en el estadio El Sadar, dejaba un partido plano sin apenas emoción y sin goles. Tanto la primera parte como la segunda, no han dejado ningún dominador claro. El Sadar, como la anterior semana, fue un estadio en el que no se animó al equipo tras los acontecimientos que prohibían la entrada a recintos deportivos a dos de sus “speaker” con una multa de 3.001 euros, y en vez de cánticos se escuchaba un sonido de ambiente generado por los demás aficionados.

De más a menos

Los rojillos han empezado muy bien el partido, con intensidad con llegadas a la portería contraria y sin llegadas a su propia portería. En el minuto 15 llegó la primera ocasión clara del encuentro, Rubén García colgó un gran centro al que Unai García solo pudo peinarlo, pero el cancerbero rival logro despejarlo, el rechace le quedó a Brandon Thomas, pero este mandó el cuero muy alto de la portería. En el mejor momento de Osasuna de la primera parte, un tiro de fuera del área que iba a salir por la línea de fondo, Rubén Martínez se lanzó a por el balón no lo atrapó y se quedó muerto, a lo que el delantero del Numancia lo atacó y este llegó más rápido que el portero de Osasuna y provocó un penalti a favor de los sorianos. Rubén Martínez tuvo que arreglar lo que él había provocado y así fue, el portero logró redimirse de su propio error y adivinó la intención del jugador del Numancia.

A partir de ese instante, Osasuna recibió dos amonestaciones a dos de sus pilares que provocaron una pérdida muy grande de juego en el medio del campo, las amonestaciones fueron para Oier por protesta y a Iñigo Pérez por un planchazo claro sobre el rival. Los de López Garai fueron ganando presencia en el campo, tanto, qué Rubén tuvo que salvar a los suyos con una gran estirada y el rechace quedó para Villalba que lo mandó alto.

Segunda parte apagada

Ambos equipos saltaron al terreno de juego con la intención de volver a reproducir los buenos momentos que ya habían gozado en la primera parte, pero apenas hubo ocasiones, Osasuna lo intentaba más de una vez con disparos lejanos y centros, pero la defensa numantina estuvo muy solvente y no dio oportunidades. Los de Castilla y León, por su parte no consiguieron meter miedo en la afición rojilla y tan solo buscaban balones largos que los centrales despejaban y defendían con mucha facilidad.

Un reparto de puntos tal vez justo, por el penalti que detuvo el guardameta Rubén Martínez, que dejan indistintos a ambos equipos que buscaban la victoria para arreglar un mal arranque para ambos que se quedan con ocho puntos los locales y siete los visitantes.