El jugador marroquí, Ez Abde, volvió a ser determinante para los suyos. En esta ocasión fue el encargado de hacer el único tanto en un partido intenso, trabado y con pocas ocasiones para ambos conjuntos. La afición local, conscientes de la hazaña que están haciendo los suyos llegando a semifinales, asistió en masa a El Sadar, batiendo el récord de asistencia.
Los de Jagoba, además de tener a todas esas almas llevándoles en volandas, también contaban con la motivación de haber roto, el pasado fin de semana, una negativa racha liguera. Y es que tras cinco partidos sin lograr los tres puntos, el domingo se impusieron al Sevilla en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
Los de Valverde, en cambio, podría decirse que están en horas bajas tras sufrir dos derrotas consecutivas ligueras. Atlético y Girona fueron los verdugos. Ante los catalanes de manera cruel con dos tantos en propia puerta.
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Alineaciones
Los locales salieron con el once inicial esperado. Sergio Herrera, defensor del arco en el resto de la Copa del Rey, volvió a enfundarse los guantes. En la defensa Moncayola ocupó nuevamente la posición de lateral derecho, a pesar de estar Nacho Vidal en el banquillo. El resto de la zaga la formaron, los habituales, Aridane, David García y Juan Cruz. En el centro del campo, al canterano Aimar Oroz, le acompañaron Lucas Torró y Moi Gómez. Y arriba no podía faltar el tridente de gala de Jagoba con el Chimy Ávila, Ez Abde y Budimir.
En el equipo inicial de los visitantes, la gran novedad fue el regreso de Iñigo Martínez. El central no jugaba desde el 13 de noviembre debido a una fascitis plantar. Bajo palos, con la ausencia de Unai Simón, estuvo Agirrezabala, guardameta habitual en copa. En la defensa, con Yeray saliendo de una lesión, Valverde optó por Yuri, Iñigo Martínez, Vivian y De Marcos. La semifinal ante los rojillos se esperaba que fuese una batalla, por lo cual en el doble pivote salieron Dani García y Mikel Vesga. Una pareja experimentada en este tipo de choques. Y, por último, los hombres más ofensivos, fueron Muniain, Sancet, Iñaki Williams y Alex Berenguer. Este último ocupando el lugar de un Nico Williams renqueante sentado en el banquillo.
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Primera parte
Comenzó la ida de las semifinales de la Copa del Rey y sobre el césped veintidós jugadores sabedores de lo que está en juego y por lo tanto sin correr demasiados riesgos. A pesar de ello, Muniain no dudó en lanzarse al ataque en cuando veía la oportunidad. El número diez de los visitantes se mostró muy activo en la primera mitad con hasta dos ocasiones peligrosas. En una de ellas, a los quince minutos de duelo, Iñaki Williams embocó el rechace a gol, pero la jugada quedó invalidada por fuera de juego.
Hizo lo propio Ez Abde para los locales con varias galopadas en campo rival, pero sin fortuna. Los primeros cuarenta y cinco minutos transcurrieron sin mayores contratiempos para ninguno de los dos conjuntos.
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Segunda mitad
La charla de Jagoba a los suyos funcionó y, a tan sólo dos minutos, llegó el primer tanto del encuentro. Ez Abde, que ya había probado su velocidad en la primera mitad, volvió a insistir ante una defensa dormida tras el descanso. En esta ocasión, tras un balón al espacio de Moi Gómez, el marroquí galopó hacia la portería rival, dribló a Vivian y batió con un disparo cruzado a Agirrezabala.
Ante ese mazazo y el arreón posterior, Valverde se vio obligado a mover el banquillo. Reforzó la banda derecha quitando a un De Marcos desbordado por un crecido Ez Abde y dando entrada a Iñigo Lekue. A su vez, metió savia fresca en la zona ofensiva con Raúl García y Nico Williams en lugar de Álex Berenguer y Muniain. Raúl le dio solidez a los bilbaínos, pero en el bando contrario estaban Moi Gómez y Lucas Torró frenando cualquier avance.
Entonces llegó el momento de los cambios locales. Jagoba cambió por completo el tridente de ataque. Kike Barja, Kike García y Rubén García por Chimy Ávila, Ez Abde y Budimir. Unas sustituciones inteligentes para intentar sorprender a la contra ante un rival volcado al ataque.
En los compases finales ambos lo intentaron, pero las defensas se impusieron a el ataque. El marcador no se volvió a mover y la fiesta se apoderó de El Sadar. Los navarros partirán con una mínima ventaja, en la vuelta, el próximo 4 de abril.