Sabido es que las lesiones han afectado la carrera futbolística de Gareth Bale. Aunque estas no le hayan impedido entrar en la historia del Club siendo clave en los éxitos de las últimas temporadas, la preocupación de la afición aumenta cada vez que el galés pide un cambio, o no va convocado a un partido.

Este miedo es amplificado por el constante acoso que el jugador británico recibe por parte de una prensa que solo ha buscado menospreciarle desde que llegó a la capital Española. Empezando con las historias de su hipotética hernia, o siguiendo con los artículos acerca de sus minutos no jugados (incluyendo rotaciones y encuentros no disputados por decisión técnica y no por lesión).

Es cierto que Gareth se ha perdido muchos encuentros por lesión desde que llego al Madrid, especialmente en aquel nefasto 2017 para el galés, donde después de su operación y una vuelta demasiado temprana a los terrenos de juego, el 11 blanco estuvo entrando y saliendo en la enfermería constantemente.

Esta temporada, Bale estaba destacando y siendo uno de los mejores jugadores del Real Madrid, si no el mejor. Hacía casi un ano que no se lesionaba, y Gareth volvía a sonreír en el campo después de habernos llevado a la gloria en Kiev. Las dudas y miedos volvieron en el derbi, donde Bale no regresó al terreno de juego después del descanso por molestias físicas. Las pruebas médicas realizadas posteriormente descartaron una lesión muscular y permitieron a muchos madridistas volver a respirar.

Por precaución y también por rotaciones (Sergio Ramos tampoco fue convocado) Gareth no viajo a Rusia para el partido de entre semana de Champions. Ayer sábado era su vuelta a los terrenos de juego habiendo transcurrido una semana del derbi madrileño.

El galés estuvo involucrado en el partido, buscando crear peligro, y no daba muestras de resentirse físicamente. Todo cambió después de un poco más de una hora de partido, cuando se vio a Gareth llevarse la mano al muslo, y bajar inmediatamente su intensidad física en el encuentro y pedir el cambio.

Las alarmas saltaban en el madridismo, pero antes de abandonar el terreno de juego, Bale se ofrecía a lanzar una falta en una posición ideal que desafortunadamente detuvo Pacheco en dos tiempos. Al abandonar el campo en el minuto 79, Gareth se dirigió al banquillo y terminò de ver el encuentro en vez de inmediatamente ir a los vestuarios y ser atendido por los servicios médicos.

Desde el club se ha informado que la sustitución de Bale fue por fatiga y por ahora no se ha confirmado ningún tipo de lesión. El galés tampoco ha sido descartado para ir con Gales en este parón de selecciones. Por ahora, parece ser que la situación no es tan grave como se temía, a la espera de más información.

Gareth Bale sabe que su mayor enemigo (siendo también una de sus mejores cualidades) es su físico. Al cien por cien es uno de los mejores jugadores del planeta y buque insignia de este nuevo Real Madrid. El equipo le necesita en estos malos momentos, pero su pasado le invita a ser cauto en cuanto a lesiones se refiere. Ya ha vivido un calvario al intentar jugar cuando no estaba completamente recuperado, y por lo que parece, quiere evitar volver a sufrirlo.