Sin cafeína, sin mordiente, sin emoción y con muy poca sangre en el cuerpo, con algunas excepciones motivadas por ese examen al que está sometiendo Zidane a ciertos futbolistas. Así deambuló el Real Madrid por un estadio pepinero que se ha acabado convirtiendo en todo un fortín. Porque ninguno de conjuntos que han estado en puestos de Europa (Barça, Atlético, Sevilla, Valencia, Getafe, Alavés, Betis y Real Sociedad) han sumado una victoria en Butarque esta temporada. Repasando la campaña de los blancos, no iban a ser ellos quienes rompiesen esa racha de Liga. En juego ya hay bien poco.
Y muchos lo saben en el equipo madridista, por eso siguen sin mostrar la mejor versión conocida de antaño. Marcelo, Varane, Nacho, Isco, Bale, etc. Tratan de recuperar lo perdido, pero no es tarea sencilla sin más que la segunda plaza liguera en la mente. Por eso frente al Leganés se volvió a ver un equipo descafeinado, pero en el que sí deslumbraron detalles de Carvajal, Valverde, Asensio, Modric y Benzema. Este último marcó el tanto del empate por empeño, asistió de tacón y bailó frente a los tres centrales pepineros. ¿Quién lo iba a tiempo atrás? El francés, de los más enchufados y con esa sangre que tanto se le achacaba ausente. Cómo han cambiado las cosas.
Bale, ausente; Asensio, de notable
Otra vez se quedó sin partir de inicio. Zidane apostó por Marco Asensio y el balear le dio la razón con un partido notable. Hasta cinco disparos suyos pudieron significar más que en lo que se quedaron. Activo, participando constantemente en un lado y en otro, buscando a Benzema, Isco tratando de encontrarle al espacio o en los pocos huecos del conjunto local... Sin duda, el mallorquín quiere mostrarle al técnico que puede aportarle mucho al juego ofensivo blanco. Suya fue la primera ocasión tras una pared con su amigo malagueño. Definió demasiado suave. Después, se desgastó hasta ser cambiado.
En cuanto a Bale, permaneció en el banquillo, aunque se ausentó durante tres minutos dejando la intriga de a dónde fue. Ya hizo lo mismo en su último partido en Butarque, que algo tendrá para que se marche así de repente, algo poco común. Fuera anécdotas, jugó unos minutos pero no pudo crear peligro.
Incombustible Valverde y creativo Modric
En un encuentro tan light, solo sobresalieron algunos destellos desde la defensa hasta la delantera. Regresó Carvajal y buscó las cosquillas por su banda, pero sin mucha suerte. Atrás apenas concedió, aunque el Leganés estaba más preocupado por mantener las líneas defendiendo que acechando a Navas. En esas labores de cortar los fuegos de Braitwhite, Eraso o Carrillo estuvo muy acertado Fede Valverde, un incombustible que parece estar gustando a 'Zizou'. Su despliegue es admirable, aunque quizás no tan atractivo como la calidad de Modric, tirando de clase para asistir a Benzema en el gol y en otras tantas jugadas.
Por ese orgullo a la camiseta, hubo intentos pero muy pocas oportunidades de peligro ante Cuellar. Isco arrancó en forma con sus pases mágicos, acompañado por Modric, Asensio y Benzema. Mucha posesión, escasa mordiente. La línea de muchos partidos este curso, con algún que otro susto atrás, como un tanto anulado a En-Nesyri por claro fuera de juego. Recuperado de su lesión, volvía también el marroquí. Por su parte, Nyom se las tuvo tiesas con el mago malagueño en ciertas acciones, mientras Butarque lo protestaba todo. Ninguna novedad eso, ni tampoco nada más interesante en un empate que contentó a los pepineros y al Real Madrid le dejó sin inmutarse.