El Real Madrid recuperó la senda de la victoria tras imponerse por 3-0 gracias al hat-trick de un Karim Benzema que sigue inmerso en una racha goleadora espectacular. El conjunto blanco dio una imagen más seria en el primer tiempo y en la segunda acompañó la actitud con un mejor juego y con goles. 

Karim Benzema y diez más

Asumiendo que ya pocos piensan en esta temporada y que todas las miradas están puestas en lo que suceda a partir del año que viene, hay una premisa clara: Benzema debe estar en el equipo de la próxima campaña. En la posición que sea, con el esquema que sea y con el número que prefieran a la espalda, pero dentro del campo.

El francés volvió a marcar una semana y esta vez lo hizo por partida triple. Está asumiendo una faceta goleadora que parecía invisible en él y que está sacando a la luz para evitar que su equipo cayera en lo que podría ser una debacle de no ser por el galo. Los ocho últimos goles del Real Madrid los ha anotado Benzema. Algo que no ha conseguido nadie en la historia del club, ni siquiera Cristiano Ronaldo.

Si alguien está demostrando ser merecedor de un puesto indiscutible en el equipo del próximo año y sobrevivir a esa revolución, es el atacante francés que semana tras semana está salvando los muebles. Pocos se atreverán a decir después de esta temporada ese mantra de que Karim Benzema no tiene gol.

Siempre las segundas partes

Si algún aficionado madridista decide poner el partido cuando el árbitro indique el comienzo de la segunda mitad, parece estar eligiendo la opción correcta. Otra vez más el equipo blanco arrancó a jugar en la segunda parte. Tras un primer tiempo serio, con mejor actitud que otros partidos, pero aburrido y sin ocasiones, el descanso fue la mejor manera de reactivar al Madrid.

Los jugadores parecen no querer jugar más de cuarenta y cinco minutos, pero cuando lo hacen, consiguen la victoria, como ya sucediera ante el Huesca o Éibar en jornadas pasadas. Ya sea las charlas de Zidane o el recordar el escudo que llevan en el pecho, pero cuando salen del vestuario lo hacen con una marcha más. Y otra vez les bastó para ganar el partido.

Bale, sentenciado por todos

Existían pocas esperanzas en la recuperación del galés, pero cada semana que pasa es más clara su salida. Paradójicamente, el Domingo de Resurrección fue el día del "entierro" futbolístico de Bale en el Bernabéu. 

En primer lugar, por parte de su entrenador, que volvió a dejarlo fuera del once inicial y que demuestra que no cuenta con él. Y más tarde, cuando entró al campo, por la grada. Ni siquiera había tocado su primer balón cuando ya fue pitado. A partir de ahí, cada vez que la pelota pasaba por sus pies, tenía que escuchar los silbidos de un Bernabéu que ya se ha cansado de esperar la mejor versión de Gareth Bale.