Durante el descanso de este Athletic Club – Levante, los aficionados rojiblancos serían muy escépticos con la democracia. Y es que a pesar del grandísimo número de llegadas que generó su equipo en los primeros 20 minutos, su ímpetu no se transformó en un solo escaño en el marcador. Y la culpa fue  de Aitor Fernández. El ex del Athletic, que logró esquivar su obligación en la mesa electoral, desbarató una tras otra las ocasiones locales.

Garitano decidió colocar a Williams en banda diestra, Muniain por el centro, Raúl en punta y Córdoba por la izquierda. Y, sin querer ser un alegato político, fue la derecha quien llevó la batuta en el ataque rojiblanco. Un Williams inmenso superó claramente a Clerc y no paró ayudar al equipo a generar oportunidades de gol.

A partir del ecuador de dicho primer tiempo la oleada de ataques vascos frenó. El Levante logró bajar el ritmo el partido, aunque continuó sin pisar el terreno rival. 

No obstante, un inesperado gol levantinista en el descuento de la primera parte amargaba el bocata a la parroquia de San Mamés. En un córner mal defendido, Miramón supera por alto a Córdoba y consigue dejar el balón muerto en el área pequeña. Aprovechando la segunda jugada, Postigo remata y cuela el balón entre las piernas de Unai Simón, que no había participado hasta el momento.

Así, en un lluvioso mediodía de domingo electoral, la afición rojiblanca se esforzaba por recordar la última remontada de su equipo. Aunque lo urgente en ese momento era comer. Porque sí, por enésima – y ni mucho menos última – el Athletic volvía a disputar su partido a las 14:00 del domingo. Garitano, por su parte, aprovechó el descanso para sustituir a un cuestionado Córdoba por Ibai.

El segundo tiempo comenzó disputado. Justo al inicio, Campaña disfrutó de una gran ocasión, que habría otorgado mayoría absoluta a su equipo en el marcador, pero Unai Simón logró interponerse.

Poco a poco el Athletic fue creciendo. Pasado un cuarto de hora, Ander Capa logró evitar que un complicado balón se escapase por la banda, superó a su marca y puso un gran centro al segundo palo que cabeceó a la red un valiente Muniain. El capitán celebró el gol jaleando a la afición. Quería más. Había que irse al parón de selecciones con la victoria en San Mamés.

Viéndose con las encuestas a favor, los leones lo siguieron intentando. Las siguientes ocasiones correspondieron a Mikel San José, que sustituyó a Unai López para volver a disfrutar de minutos sobre el verde. Los minutos pasaban, la lluvia seguía cayendo y el Athletic siguió apretando.

A pesar de alguna esporádica ocasión granota, como un gran eslalon de un Morales con buenos recuerdos en San Mamés, la realidad es que los locales estaban siendo superiores.

Y el fútbol no es justo, pero a veces se hace justicia. Tuvo que ser Ander Capa, el incansable jugador de Portugalete, quien se encontró con un balón llovido tras el rechaze de un córner y decidió golpearle con todas sus fuerzas para culminar la remontada con un verdadero golazo. El jarrillero se volvía loco, y no era para menos. Con una asistencia y un chicharrazo se coronaba como el héroe del partido.

Los 3 puntos se quedan en San Mamés, Ander Capa se estrena como goleador con el Athletic de una manera espectacular y los leones llegan al parón a la cola de los puestos europeos. El Levante, por su parte, venía de lograr dos meritorias victorias en Anoeta y contra el Barcelona en casa, gracias a lo que finaliza la jornada muy cómodamente asentado en la zona media. La liga está que arde, ¿habrá que tirar de pactómetro?

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