Este sábado a las 16:00 horas La Liga vuelve al Santiago Bernabéu. Los nuevos campeones de la Supercopa de España, el Real Madrid, recibe al Sevilla con el objetivo de mantener el pulso con el FC Barcelona en la distancia. Más allá del pasillo que harán los de Nervión, la otra gran noticia de la tarde será la vuelta de Julen Lopetegui al que fue su estadio.

El vasco retorna al feudo blanco. En el verano de 2018, el vasco estaba preparado para disputar el Mundial de Rusia como seleccionador del combinado español. Sin embargo, una llamada cambió completamente su vida. A partir de entonces se sucedieron unos hechos que provocaron su salida de La Roja y que al día siguiente fuera presentado en el palco del Bernabéu.

El camino de Lopetegui se torció desde el principio

Sin embargo, su etapa como preparador merengue no empezó con el mejor pie. Pocos días después se confirmaron los rumores que situaban a Cristiano Ronaldo fuera de la capital de España, unos rumores que, por otra parte, había provocado el propio jugador luso con sus declaraciones con la Champions en mano.

Lopetegui buscó un cambio de estilo evidente. Su propuesta era más ofensiva que la de Zidane y el juego se iba a construir con posesiones más elaboradas. Para el recuerdo de los madridistas se quedó el encuentro en Concha Espina contra la Roma. Pero existía un problema evidente: la falta de gol.

Los resultados no acompañaban y derrotas como el 3-0 en el Sánchez Pizjuán le dejaron muy tocado. Finalmente, el partido que acabó por sentenciar al antiguo portero a frente del vestuario fue El Clásico. Pese a algunos minutos de buen fútbol, el Barça venció con facilidad por 5-1 y Lopetegui fue cesado.

En el comunicado oficial, se mencionó que el nivel del juego no había estado acorde con el nivel de la plantilla. A continuación, llegó Solari directo desde el Castilla. Con el argentino, el equipo aumentó su esfuerzo, pero él tampoco terminó la campaña como técnico blanco.

Ahora el Sevilla se presenta en el Bernabéu como uno de los equipos más camaleónicos del campeonato. Los sevillistas son capaces de competir tanto manejando posesiones largas como replegándose más. Ahora buscarán ganar para reducir la diferencia con los dos primeros, que solo es de cinco puntos.