Regresaba a la competición doméstica el Real Madrid después de su peleado título de Supercopa de España y para sorpresa de hasta los más optimistas en las apuestas, Carlos Henrique Casemiro iba a ser el gran triunfador de la tarde en el Santiago Bernabéu. Una lluviosa pero alegre jornada liguera se presentaba para la visita del Sevilla de Lopetegui a la capital madrileña. Y el 'partidazo' del fin de semana no iba a defraudar en cuanto a igualdad e intriga en cada momento. Hasta la polémica jugaría su papel en un duelo de alto voltaje que terminó cayendo del lado blanco, por obra y gracia del brasileño. 

Zidane metió algunos cambios respecto a los últimos encuentros. Volvía a vestirse de corto Lucas Vázquez, que se curró los 93 minutos junto a Militao, otra novedad ante la ausencia del capitán sevillano. También regresaba Marcelo a su lateral y Rodrygo delante de él, mientras Jovic volvía a tener otra oportunidad para ver puerta. No la vio finalmente, pero tampoco se marcharía a vestuarios de vacío. Mientras, en el bando andaluz, destacaba la presencia de Gudelj, protagonista indeseado para su equipo. 

Choque de trenes y a escena el VAR

Entre posesiones competidas y pocas oportunidades de gol, hasta la media hora de juego, el partido se había convertido en todo un choque de trenes. Muchos pases pero pocas aproximaciones peligrosas al área contraria, mientras las defensas hacían honor de su nombre. Firmes los centrales, atentos los laterales.

Quizás con no tanta intensidad como en otros duelos de antaño, pero con los objetivos bien claros -ganar- el encuentro se mantenía estancado en el quiero y no puedo. Lo intentaba Kroos o Casemiro desde lejos, respondía el Sevilla con algunos centros sin complicaciones para la envergadura de Courtois.

No sucedía nada relevante hasta el minuto 30. Luuk De Jong cabeceaba con mucha precisión a la misma escuadra blanca en un saque de esquina. El holandés se iba a festejar su gran tanto pero salió a escena el VAR por un bloqueo que dejaba en el césped tendido a Militao, justo antes del testarazo sevillista. Era Gudelj el autor de esa acción, legal para un Lopetegui histérico porque no lo había visto igual el colegiado Martínez Munuera en las pantallas de la repetición. Gol anulado y respiro para un Real Madrid muy errático en sus jugadas. 

Casemiro se disfraza de nueve x2

Después de la pausa, la historia no cambió en absoluto y el choque continuaba con su misma monotonía. Sin peligros, sin emoción, sin goles. Con muchos fallos, con distancias hasta la meta, con pesadez. El público blanco se empezaba a impacientar de ver tantos pases que se iban al limbo, mientras Zidane ya preparaba sus revulsivos. Un doble cambio que terminó llegando, a pesar la gran sorpresa de la tarde.

Casemiro levanta con sutileza la pelota ante Vaclik / Foto: Real Madrid
Casemiro levanta con sutileza la pelota ante Vaclik / Foto: Real Madrid

Ante la cara más inofensiva de la parcela atacante local, con un Rodrygo desaparecido y un Jovic desasistido, se animó Casemiro. Cayó en fuera de juego una vez, dentro del área, pero no dos veces. Después de un regalo del delantero serbio con el tacón, el brasileño se coló entre los defensores sevillistas para dejar una maravillosa definición, sutil y levemente por encima del portero. Pelota a la jaula, el Bernabéu boquiabierto e inmensa alegría del pivote blanco. Pero no sería la única obra a la causa victoriosa de su equipo. 

De Jong también quería tener su tarde en el feudo madrileño para demostrarle a su entrenador que el fichaje de En-Nesyri no le iba a arrugar. Entonces, tras un gesto de jugarse el tipo de su compañero Munir -lesionado en la rodilla después por esa misma acción con Varane- era el atacante holandés quien la metía al fondo de la red. Colocada al palo derecho de la meta y empate en el minuto 64. Se le volvía a complicar el triunfo a un Real Madrid poco preciso.

Casemiro remata a gol / Foto: Real Madrid
Casemiro remata a gol / Foto: Real Madrid

Pero era el día de echar la lotería para Casemiro. Porque el centrocampista defensivo regresó a su zona menos frecuentada y cabeceó solo ante la portería para firmar su histórico doblete. Con la imagen de esa sonrisa suya se terminarían marchando a casa los aficionados blancos, victoria blanca en el bolsillo. Aunque pudieron caer más goles con el propio brasileño, Kroos o Modric, mientras En-Nesyri tuvo la más clara pero desviada para el Sevilla. Liderato madridista a la espera de mañana. Con sufrimiento pero samba. 

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