Desfibriladores a tope por San Blas 

El Atlético de Madrid saca adelante un partido trampa merced a un tempranero gol de Correa. Koke volvió tras su lesión y fue de los pocos entonados. Soldado, Puertas y Gil Dias tuvieron el empate en sus botas.

Desfibriladores a tope por San Blas 
Los jugadores del Atlético celebrando el gol de Correa. Foto: Web Oficial Atlético de Madrid
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Por Javier Fajardo

No hace mucho, se le echaba en cara al Atlético de Madrid que tirase partido sí y partido también las primeras partes de cada envite. Se marcaba una primera parte infumable y en la segunda parte se ponía las pilas. Con suerte, le daba para llevarse los tres puntos en litigio. Con suerte, no despertaba por detrás en el marcador. Ese vicio parece que ha evolucionado, que no desaparecido. Ahora es la segunda parte la que se convierte en un suplicio para la hinchada rojiblanca.

Reseñado queda, empezó el Atlético bien plantado, como queriendo solucionar por la vía rápida el partido y, de paso, espantar de una vez esa crisis instalada en el seno de la entidad rojiblanca. Malos resultados, exceso de lesiones, mal juego y pocos goles. Quiso empezar por los primeros, pero para ello, antes hay que solventar los últimos.

Y de ello se encargó Correa, ese que en verano tenía pie y medio en Milán para hacer sitio a Rodrigo. A pase de Koke, que hoy volvía tras su lesión y no se le ocurrió mejor forma de celebrarlo que asistiendo al rosarino para que inaugure el marcador. Saque de banda de Saúl, Koke que la pelea y deja solo a Correa que bate a Escandell. Minuto 6. Dos de los jugadores que más críticas soportan se encargan de abrir la lata. 1 - 0.

Correa anotando el gol que a la postre dio tres puntos vitales al Atlético. Foto: Web Oficial Atlético de Madrid
Correa anotando el gol que a la postre dio tres puntos vitales al Atlético. Foto: Web Oficial Atlético de Madrid

A partir de ahí, quiso buscar el segundo pronto el Atlético con idea de tener un partido tranquilo. Pudo lograrlo Vitolo con un potente derechazo desde fuera del área, pero el balón salió lamiendo el poste. Sí lo logró poco después batiendo a Escandell, pero había partido en fuera de juego con lo que el gol no subió al marcador.

A partir de aquí se endureció el juego, si bien hasta entonces no había habido caricias precisamente, pero una amarilla a Yangel Herrera dio paso a otra a Soldado por poner el codo en la cara de Saúl y luego recriminarle que hiciera teatro. El siguiente fue Koke tras tener un intercambio de palabras con Soldado en el que no estaban hablando de ir al cine precisamente.

Koke volvió a ser titular tras su lesión. el capitán cuajó un buen encuentro. Foto: Web Oficial Atlético de Madrid
Koke volvió a ser titular tras su lesión. el capitán cuajó un buen encuentro. Foto: Web Oficial Atlético de Madrid

Siguió el Atlético intentando llegar a los dominios de Escandell, pero no pasó apuros el Granada, si bien pudo irse al descanso con la desventaja aumentada, pues cayó Correa en el área tras un forcejeo con Soldado, que se jugó la expulsión paseando el codo por las inmediaciones del rostro del rosarino. Nada vio el colegiado, nada punible observaron en el VAR, sigan jugando mientras Soldado volvía a respirar.

La segunda parte cambió el decorado. Debió sentir el Atlético que se había dado un atracón de buenas intenciones en la primera parte que en la segunda le dio la modorra. Hermoso se lió con la pelota y provocó un robo del Granada que Saúl convirtió en falta al borde del área. Vadillo lanzó arriba. Un minuto después, contra del Atlético que conduce Correa cuyo centro remata a quemarropa Saúl pero detiene bien Escandell. Fue la última clara del Atlético, que dio las buenas noches y se fue a dormir.

Saúl eludiendo una entrada de Vadillo. Foto: Web Oficial Atlético de Madrid
Saúl eludiendo una entrada de Vadillo. Foto: Web Oficial Atlético de Madrid

Diego Martínez, entrenador nazarí, había dado descanso a algunos titulares, como Rui Silva, con vistas a la semifinal de la Copa del Rey, toda vez que en LaLiga está bien posicionado y la eliminatoria copera es una oportunidad histórica. Pero debió oler sangre y opciones de pescar en río revuelto y sacó a Puertas y Gil Dias. Ambos tuvieron su momento de gloria, pero Saúl taponó casi en línea de gol. Se fue encogiendo el Atlético poco a poco en torno a su portero, que tuvo que hacer su parada espectacular de cada partido con una mano abajo a remate de Soldado y tomar ejemplo de la hinchada, que entonó la música de viento a ver si despertaban los suyos. Pocas veces se ha visto a Oblak tan alterado. Diego Martínez metió a Carlos Fernández, otro delantero. Más madera. Los nervios afloraban entre el respetable y los jugadores, que daban la sensación de no poder con sus piernas. A todo esto, había entrado Carrasco, que se subió a la moto con la portería como objetivo final pero fue frenado al borde del área. Poco más por parte del belga, que poco a poco va cogiendo ritmo de competición. Disparó balas de fogueo el Granada, que quiso ir a por el partido pero dudó. Y con un córner a su favor que terminó sacando la zaga colchonera terminó el partido.

1 -0, el resultado favorito en la etapa Simeone. Tres puntos que sirven para taponar una sangría, la de los resultados adversos. Algo de aire para la tropa del Cholo y una pequeña tregua con la afición que, aunque se fue de uñas, volvió a saborear una victoria de los suyos. A falta de que el Sevilla juegue su partido, el Atlético vuelve a los puestos Champions superando al Valencia, próximo rival en Mestalla. No es la situación ideal, pero ahí está, con el objetivo a tiro de piedra. Sin juego, sin goles, con casi media plantilla entre algodones... Pero en la brecha.