La organización 'Save the Children' estableció un encuentro virtual con motivo del programa de emergencia 'A tu lado', designado para cuidar a los niños y niñas más vulnerables en estos momentos de confinamiento por el COVID-19. Se trata de una intervención con ayudas alimentarias, educativas y psicológicas, donde todos pueden aportar su granito de arena.

En la charla participaron un grupo de niños y el centrocampista del Real Madrid, Casemiro. El brasileño alegró y sacó más de una sonrisa a a todos los integrantes. Además, sus espectadores le hicieron diversas preguntas que no dudó en contestar.

«Son momentos difíciles y complicados. Tenemos que hacer nuestra parte, que es la de quedarnos en casa y ayudar, seguir las normas», afirmó sobre estos duros momentos de cuarentena. Respecto a los objetivos del Real Madrid esta temporada, Casemiro lo tiene muy claro: «Queremos ganar Liga y Champions, pero ahora no estamos pensando en eso. Lo más importante es ganar la pelea con el Coronavirus».

También habló sobre su esfuerzo y dedicación en cada partido por el Real Madrid: «Cuando voy a dormir pienso que lo he hecho lo mejor posible y estoy tranquilo porque lo doy todo en el campo. Eso hay que llevarlo en la vida, no solo al fútbol. Luego puedes ganar o perder, pero siempre hay que dar lo mejor de cada uno». Casemiro hizo referencia a la relación del vestuario y considera que «los jugadores de mi equipo son mi segunda familia, no hay un cariño más grande por unos o por otros. Son todos mis amigos y nuestro objetivo común es ganar siempre. Cuando estás con una familia no hay nada más bonito».

El centrocampista del Real Madrid reveló quién era su ídolo de la infancia: «Yo siempre tuve un ídolo, que es Zizou, y ahora es mi entrenador. Él siempre fue un jugador que me encantó, era un placer verlo jugar, cómo desfilaba dentro del campo... Mi gran inspiración fue Zidane». Además, confesó que «si no fuese futbolista estaría vinculado con el deporte, porque es lo que me gusta y lo que me apasiona». La charla se hizo más especial aún cuando Casemiro recordó que él también tuvo un infancia difícil: «Tuve una infancia muy complicada y muy humilde. Muchas veces no tenía para comer o cómo ir a entrenar e iba andando siete o diez kilómetros».