Un partido lleno de coraje y sin sentido para el Málaga CF que tuvo que volver a ver otra roja. Un Málaga CF que parece estar condenado a seguir un camino lleno de dificultades.
Este pasado lunes el Málaga CF visitaba el Heliodoro Rodriguez López para enfrentarse a un CD Tenerife que venía de una situación similar a la del Málaga CF, la derrota.
El CD Tenerife desperdiciaba su superioridad en el juego y de efectivos, el Málaga CF jugó con uno menos durante toda la segunda parte. La falta de gol empieza a ser preocupante en el equipo tinerfeñista, que tuvo ocasiones de todos los colores pero sin acierto final.
El equipo tinerfeñista tuvo una mejor presentación en el partido desde el primer minuto. La alineación de Rubén Baraja mostraba claramente lo que quería el entrenador y se vio desde el inicio. La banda derecha con Shaq Moore y Luis Pérez fue el principal camino hacia el gol que utilizó el cuadro local.
Por su parte, los de Pellicer pelearon pero sin tener un norte claro pese que el primer remate con peligro a los dos minutos de juego, fue obra de Juankar, en una jugada que pudo haber acabado en gol. Pero eso fue todo, no hubo mas que eso. 95 minutos de pura lucha constante y un punto que al final es positivo para el equipo pero insuficiente de cara a lo que aún queda.
Pellicer vio como se puso todo cuesta arriba tras la expulsion de Keidi Bare por doble amonestación en tan solo 15 minutos de desde la primera amarilla. Una vez más el Málaga CF le toca sufrir en un encuentro que no supo aprovechar en este caso el rival del Málaga CF.
Lo más negativo fue ver la baja forma que poseen algunos jugadores de la costa del sol, en este caso, Mikel Villanueva no estuvo muy acertado e hizo que algunos jugadores crecieran en juego, como el caso de Shaq Moore, que parecía una gacela por la banda derecha. Pellicer vio claramente el problema y lo mandó al banquillo dejando paso a un Diego González que esta vez, llegaba más concentrado y eficiente.
La Roja sigue persiguiendo al Málaga CF
El Málaga CF parece ligado a esta tarjeta en estos dos últimos encuentros. Lombán vio roja ante el SD Huesca de manera injusta y después de que el club recurriera, pudo jugar el encuentro ante el CD Tenerife.
Bien diferente es el caso de Keidi Bare, que vio doble amarilla de una manera muy veloz. La primera amarilla fue poco reprochable al colegiado pero en la segunda debería haber estado más reservado sabiendo que ya poseía una tarjeta, no siendo una entrada tan rigurosa.
Un punto insuficiente pero positivo por como es conseguido
El Málaga CF no derrocha un estilo de juego que convenza a aficionados y cuerpo técnico desde que ha tenido la vuelta a la competición después del parón de casi tres meses sin fútbol. Pero el coraje y las fuerzas que pone en cada partido hace creer en este equipo.
Los de Pellicer no pudieron desplegar juego alguno, claramente el CD Tenerife estuvo mejor durante todo el partido. Se vio como funcionan las bandas y los balones cruzados de los del centro del campo de los chicos de Rubén Baraja. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de jugadores malacitanos que hicieron hacer mejores a jugadores tinerfeños.
Lo único bueno, que Pellicer tuvo claro desde la roja lo que hacer, sufrir para no recibir gol. Por eso, el punto conseguido en la isla vale su peso en oro. Tristemente esta hazaña no es muy favorable porque el Málaga CF necesita sumar de tres en tres.
El otro Munir
Munir, en esta ocasión, dio otra versión de si mismo mostrándose más seguro y sabiendo que a Pellicer no le tiembla el pulso en una posible sustitución. Estuvo mas metido en el partido, haciendo unas salidas más rápidas y precisas. Tuvo dos acciones muy certeras que evitaron un posible gol.
Munir sabe que la responsabildad de un portero estar medio segundo mas atento que el resto y en esta ocasión anduvo listo de reflejos.
El Málaga CF sigue sin un rumbo firme de cara a las 9 finales que quedan, pero seguro que Sergio Pellicer tocará el botón correcto para engranar la maquina perfecta, dado que los de martiricos, tienen el coraje y las fuerzas de seguir luchando por la permanencia.