A sus 6 años, llegaba a Paterna con la misma ilusión que muchos otros niños del fútbol base: convertirse en futbolista profesional y jugar en el equipo de su ciudad. Y ahora, con 20, le ha llegado el momento. Tras mucho esfuerzo y sacrificio, viajes de La Eliana a la ciudad deportiva, partidos y entrenadores que le han hecho crecer futbolística y personalmente.
"Estoy muy feliz", confesaba el joven defensa a los medios oficiales del club tras la firma de su prolongación contractual. "Para un chico como yo, que lleva muchos años en el club, llegar aquí es lo máximo. Lo que sueñas de pequeño". No habla en lenguaje figurado. Es un sueño de veras. Formará parte de la primera plantilla del equipo del que tuvo su primera camiseta. El de su familia.
22 de febrero. Un día que, como el de ayer, no olvidará jamás. Su debut en partido oficial. Ante la Real Sociedad. En Mestalla. Y, en aquel momento, delante de su público. La asombrante madurez y tranquilidad que demostró en el verde fueron impropias de todo novato que se enfrenta a un reto de tal envergadura. Lo que se nos escapaba a todos es que Hugo llevaba toda su vida entrenando para ese momento y que ya era, por pleno derecho, todo un central. "Esperas la oportunidad y, cuando llega, tienes que estar preparado. Hay que trabajar todo lo que se pueda, luchar por conseguirlo y ahora sólo tienes que disfrutarlo", declaró.
Cinco meses después de aquel primer contacto con La Liga Santander, volvió a enfundarse el murciélago sobre el corazón para aportar en un momento más que delicado. Más sombras que luces y más dudas que nunca. Y no sólo estuvo a la altura, sino que fue de lo poco destacable del horrible Valencia que volvió tras el confinamiento. "Es importante sacar chicos de la casa, sentir el valencianismo le viene muy bien al equipo. Cada vez que sales al campo con la camiseta del Valencia CF es un orgullo". Y esa es la clave. Ese yo que sé que qué sé yo de los canteranos que los hace especialmente distintos a sus compañeros y que tanto enamoran a la afición. Entrega absoluta y corazón.
Sin olvidar de dónde viene, tuvo unas palabras sobre el buen trabajo que se está realizando en las categorías inferiores. "Hay mucho nivel y, a poco que se les dé oportunidades, seguro que salen buenos jugadores". La Academia continúa haciendo joyas 'made in Valencia'. No hay mejor ejemplo que el suyo.