En Valdebebas se tiran de los pelos y no es para menos. Gareth Bale vuelve a caer y estará de baja hasta mediados de diciembre. Le han diagnosticado una lesión en el sóleo de la pierna derecha que le tendrá apartado de los terrenos de juego un mes entero.
Una noticia que no ha sentado bien en las oficinas blancas tras lesionarse con su selección durante el parón. Un parón en el que el extremo debió quedarse en la capital española para afrontar la última recta en su recuperación. El Real Madrid le recomendó al jugador que no viajase con su selección para poder llegar a tope de cara al final de año, sin embargo, disputó minutos ante Bielorrusia y su ausencia ante Bélgica alarmó al madridismo.
Bale no disputa un encuentro con el Real Madrid desde que lo hiciera el 28 de agosto ante el Betis. Su protagonismo en el inicio de temporada dio a pensar que había recuperado su confianza y sus ganas de liderar al equipo. No obstante, tras su lesión, no se ha vuelto a saber nada de él hasta este mismo parón. Todo indicaba a que Ancelotti había recuperado a un jugador perdido y desorientado, pero nada ha cambiado. Su lesión en el entrenamiento previo al Real Madrid – Celta de Vigo y la nueva lesión le alejan del verde y llegará al parón invernal con solo tres partidos disputados en esta temporada.
El contrato del jugador acaba a final del curso y en el Real Madrid no piensa en extender su contrato, sino en deshacerse del galés. Al contrario que el club, Bale quiere dar un buen rendimiento en cuanto se recupere además de coger ritmo para llegar a la repesca del Mundial 2022 que se juega en marzo y poder soñar con disputar un Mundial con su selección.