Barça Femení y Real Madrid, se veían las caras por sexta vez esta temporada. Se han enfrentado dos veces en liga, dos en la UEFA Women's Champions League y una en la Supercopa de España. Hasta la fecha todos los duelos acabaron en victoria culé.

En esta ocasión, el partido correspondía a las semifinales de la Copa de la Reina y se jugaría en Santo Domingo. Ambos lucharían en un único duelo por el pase a la gran final.

El XI de Giráldez 

El técnico gallego apostó por la siguiente alineación: Sandra Paños en portería, Marta Torrejón, Paredes, Mapi León y Rolfo en la línea defensiva, Alexia, Engen y Aitana en el centro del campo y Martens, Oshoala y Mariona en ataque.

Dominio absoluto

El Barcelona salió al encuentro habiendo olvidado por completo la final perdida ante el Olympique de Lyon. La actitud y juego de las azulgranas iban respondían a la importancia del partido. Podía haber dudas en la previa sobre el estado mental de la plantilla tras la dura derrota en Champions, dudas que se fueron disipando viendo lo conectadas que estaban todas las jugadoras desde el inicio.

Después de unos primeros minutos de absoluto dominio azulgrana, llegarían las primeras ocasiones claras. El Barça tuvo la oportunidad de abrir el marcador con dos llegadas muy claras y ambas terminaron con el balón en la madera. Primero sería Alexia rematando con la cabeza un centro lateral y acto seguido, la capitana pondría un gran balón al área para que esta vez fuera Oshoala la que también con la cabeza mandara el esférico a la madera. El dominio era abrumador y las ocasiones cada vez más claras. Las de Giráldez no perdonarían en su siguiente ataque y harían el 1-0. Una buena triangulación de balón terminaría en un pase atrás de Alexia que remataría Martens, la neerlandesa ajustaría al máximo su remate y abriría el marcador.

Tras el gol, el Barça no bajó ni mucho menos el ritmo, pero el Madrid realizó algunos ajustes defensivos que frenaron la oleada de ataques y ocasiones de las azulgranas. Aun así, las campeonas de liga gozaron de una oportunidad clarísima. La ocasión pasaría por las botas de Aitana, que desde la frontal remataría con rosca buscando ajustarla al palo, sin embargo, volverían a aparecer las manos de Misa para evitar el gol. La guardameta madrileña ha mostrado un gran nivel durante toda la temporada y especialmente se crece en los enfrentamientos contra el Barcelona.

El Barça más efectivo 

El primer tiempo del conjunto dirigido por Giráldez había sido prácticamente perfecto, únicamente faltó algo más de contundencia en los últimos metros. Pues bien, se pusieron manos a la obra nada más empezar la segunda parte y a los dos minutos llegaría el segundo. La acción pasaría primero por Oshoala, a la delantera nigeriana le bloquearon su remate desde el interior del área, se hizo con el rechace y asistió a Aitana que con mucha sangre fría ponía tierra de por medio en el marcador. 

Toda la efectividad que le faltó al Barça en el primer tiempo, apareció en el segundo. Pocos minutos después del segundo, llegaría el tercero que dejaba el duelo casi sentenciado. El tanto nacía de un saque de esquina en el que Mariona le ganó la posición a Misa y con la cabeza mandaba el balón al fondo de la red. Todavía no se había cumplido una hora de juego y la eliminatoria (a partido único) estaba teñida de azulgrana. Ante la amplitud del marcador, Giráldez decidió dar descanso a jugadoras que probablemente sean titulares en la final, fueron sustituidas Alexia, Mariona y Martens. En su lugar entraron Leila, Claudia y Crnogorčević. El partido seguía y el dominio aplastante del Barça no cesaba. Oshoala dispuso de varias ocasiones para hacer su gol y de tanto insistir obtuvo premio. La delantera nigeriana superaba a Misa con un regate y a puerta vacía ampliaba la ventaja de su equipo. El partido se rompió en los minutos finales, pudieron llegar más goles para el Barça y el Madrid tendría sus ocasiones más claras, pero el marcador no se movería

El vigente campeón de Copa lograba clasificarse nuevamente para la final eliminando al Real Madrid. Las blancas pagaron los platos rotos de la derrota en Champions y sufrían una nueva goleada