Hace ya 3 años que llegó al Atlético la joven promesa del fútbol europeo y mundial. Procedente del Benfica, el equipo rojiblanco gastó 120 millones de euros en Joao Félix, un desembolso que sorprendió al mundo.

Años de aclimatación

La mayor apuesta del club en toda su historia tuvo mucha presión. Gastar tanto dinero en un joven de 19 años que se suponía que iba a ser la nueva estrella generacional podría ser contraproducente. Y así lo fue, en parte. Mucho se esperaba de Joao Félix y pocos resultados cosechó el club de su parte.

Al principio, el entrenador Diego Pablo Simeone no le daba la importancia que se suponía que merecía. Había partidos en los que no jugaba de titular o si los jugaba, era sustituido en la segunda mitad. Más tarde, algunas lesiones le restaron proyección y el jugador perdía el peso del equipo que tenía en ese momento de la temporada.

Pero Joao Félix siempre jugó bien al fútbol, cada vez que coge la pelota se respira otro ambiente, otro tipo de fútbol, una magia que cada partido que pasa va en aumento. Y así es, ya en la temporada de la consecución de la liga, los 4 primeros meses fueron suyos y de Luis Suárez, siendo el portugués nombrado mejor jugador de algún que otro mes. Nunca se ha dudado de su calidad.

Simeone confía en él

Con las lesiones controladas y un buen estado de forma, la joven promesa portuguesa ha sido indiscutible en el equipo del Cholo. La temporada pasada fue la pieza inamovible de la delantera del club. Gran parte de los encuentros los compartió con Griezmann, los dos preferidos del técnico.

En este nuevo comienzo parece no haber cambiado la cosa, Joao Félix lo ha jugado casi todo en la pretemporada y su nivel de juego es espectacular, produce goles, asistencias y gran juego al encuentro.

En la primera jornada de liga, ha firmado 3 asistencias, dos a su nuevo socio Álvaro Morata y una más para su pareja anterior, Antoine Griezmann. Siempre ayuda al equipo.

Joao Félix va a hacer historia en el Atlético de Madrid, de eso, que nadie lo dude.