El Granada se volvió a calar fuera de casa. Pese a la excelsa victoria ante el Sporting de Gijón, los granadinos no dieron para más ante el Tenerife, que estuvo muy sólido en las dos áreas, y certificó una victoria (2-0) donde se pudo atisbar una clara impotencia nazarí que volvía a dejar una clara tendencia irregular ante un Tenerife que todavía no ha salido derrotado en su casa.

Tenerife y Granada se enfrentaban este domingo en el duelo correspondiente a la decimoprimera jornada de Segunda División. El club tinerfeño recibía a un cuadro que parecía haber resurgido de sus penarias tras golear de una forma considerable al Sporting de Gijón.

Los de Luis Ramis llegaban a esta cita después de empatar en la jornada intersemanal ante el Cartagena (0-0). El Tenerife, pese no haber ganado desde hace cuatro encuentros, se presentaba como un equipo reconocible y con mucha valentía tras quedar la campaña anterior a las puertas de ascender a Primera.

Mientras tanto, los visitantes, que cuajaron el mejor partido de lo que va de curso ante el Sporting de Gijón (5-0), llegaba a tierras canarias con el propósito de consolidar otra victoria que lo aupara aún más en la clasificación después de dar un buen juego y encontrar la puntería que le faltaba de cara a puerta.

Un primer acto sin dominador en el terreno

Ambos cuadros partían de inicio con muchas novedades. El tener tres encuentros en una semana había derivado en que hubiera muchas rotaciones en los planteles de inicio. Sin embargo, los técnicos querían intentar mantener clara su idea de juego e intentar cuajar buenos resultados.

Los primeros compases fueron dominados principalmente por el Tenerife, que se llevó la posesión para finalizar con diversas intentonas bien repelidas por la zaga rojiblanca. La propuesta tinerfeña era muy evidente: un juego vertical y ofensivo aprovechando la velocidad y explosividad de sus bandas y laterales.

El Granada intentaba no desaprovechar sus controles. La presión al rival comenzó a surgir efecto y poco a poco fue apareciendo sobre el terreno con un juego combinativo, aprovechando los repliegues chicharreros con el estilo común de los de Karanka donde el mantener el control de la bola y las presiones altas eran sus claves.

Una de las primeras ocasiones claras la tuvo Ricard Sánchez tras una internada de un compañero, que se la cedió a la boca del área para que este, de primeras, empalmase el balón dirección a la portería de Soriano, pero el chut se fue muy desviado y alto de la meta.

El partido, a la vez que iba avanzando, tuvo sus tramos para cada equipo. Era un toma y daca. Los dos cuadros estaban muy encima de sus contrincantes y tenían ganas de encimar a sus adversarios para poder intentar adelantarse en el marcador.

En una de estas que aprovecharon los locales, los de Iván Ramis abrieron la lata. Sacó en largo Juan Soriano desde su portería y se la puso a Iván Romero, que controló, superó a Cabaco, entró en el área y derribó a Raúl Fernández (1-0) con un disparo cruzado.

El Tenerife estaba cómodo, y más con el resultado a su favor, que desató el júbilo entre la afición. Los granadinos tampoco se arrugaron y lo intentaron. Uzuni lo tuvo con un disparo cruzado, pero Soriano le leyó sus intenciones. El guardameta local estuvo muy certero en este primer acto, donde salvó a la suyos de varias.

El partido estaba bastante roto. Los dos lo intentaban y llegaban con asiduidad. Las dos áreas eran concurridas y, por tanto, los futbolistas tenían que realizar grandes actuaciones en ellas.

Nacho Martínez centrando un balón mientras un jugador del Granada le persigue. Foto: LaLiga Smartbank.
Nacho Martínez centrando un balón mientras un jugador del Granada le persigue. Foto: LaLiga Smartbank.

Una fatídica segunda parte que certificaba la debacle

La segunda parte arrancó con un guion bastante similar. El duelo continuaba roto. No había un controlador del juego. Eran idas y vueltas donde podía pasar cualquier cosa, aunque el Tenerife parecía finalizar con más daño.

Aprovechando un saque rápido, el Tenerife aumentó su ventaja con una excelsa combinación que finalizaron los canarios, pero no subió al marcador por un justo fuera de juego.

El Granada, fruto de la necesidad por el resultado y viendo cómo estaba el desarrollo del partido, optó por hacer cambios muy ofensivos, donde entraron Callejón y Bryan, entre otros, como nuevos figurantes arriba para darle un aire nuevo al conjunto andaluz en ataque.

Los cambios no sirvieron de mucho, ya que los de Iván Ramis metieron otro tanto desde los once metros tras derribar el portero visitante a Mo Dauda después de que lo intentara regatear.

Enric Gallego engañó a Raúl Fernández y le tiró la bola al poste derecho de su guardia (2-0). Un jarro de agua fría para los granadinos, que se veían con un resultado bastante complejo para ellos y dadas las circunstancias donde no se mostraba muy cómodo.

Los de Karanka apenas generaron ofensivas claras. Se quedaban en la zona de tres cuartos e intentaban proliferar, pero las grandes acciones en defensa del Tenerife les frenaban en seco a un conjunto que intentaba con diferentes transiciones recortar la distancia.

Los chicharreros querían más y no daban su brazo a torcer. Enric Gallego se quedó con ganas de aumentar el resultado y, en un mano a mano, el ‘killer’, que provenía de la banda, mandó el esférico al poste en un contragolpe.

El Granada se notaba desanimado por completo tras el segundo gol. Era un quiero y no puedo. Los jugadores se mostraban abatidos y sin un sistema claro. Iba cada uno por su cuenta. Se veían impotentes. No es la primera vez que pasaba esto, pero eso no deja una buena impresión de los nazaríes.

Con este resultado, el Granada CF suma una nueva derrota a domicilio que lo coloca con 17 puntos en la séptima posición, mientras que el Tenerife, con 14 puntos, queda decimosegundo en la tabla.

Ficha Técnica

CD Tenerife: Juan Soriano, Mellot, Carlos Ruíz (José León 57’), Sipcic, Nacho Martínez, Teto, Aitor Sanz (Larrea 81’), Javi Alonso (José Ángel 57’), Dauda (Elady 74’), Enric Gallego, Iván Romero (Borja Garcés 74’).

Granada CF: Raúl Fernández, Ricard (Pepe 59’), Víctor Díaz, Cabaco, Quini, Bodiger, Meseguer, Puertas, Soro (Bryan 59’), Uzuni (Arezo 74’), Molina (Callejón 59’).

Goles: 1-0, Iván Romero; 2-0 (P), Enric Gallego.

Árbitro: Ais Reig (comité valenciano). Ha amonestado a Aitor Sanz, José Ángel y Borja Garcés por parte local y a Ricard Sánchez, Cabaco, Quini y Bodiger en el otro cuadro.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimoprimera jornada de la Segunda División. Choque celebrado en el estadio Heliodoro Rodríguez López con 11.447 espectadores.