Jornada soñada para el Dépor. Ninguno de los rivales directos ha conseguido ganar. ¡Quién lo iba a decir hace unos días! La derrota en Alcorcón generó dudas en la afición, incluso entre los jugadores como reconoció este sábado Lapeña en rueda de prensa. El partido de empezó muy bien, con un Dépor saliendo a por todas, con convicción y determinación para conseguir una victoria imprescindible, pero costó más de lo previsto conseguir doblegar al cuadro madrileño del Majadahonda.

Cuando ya se veía un pinchazo en Riazor, el gol de Lucas, a poco del final, liberó la ansiedad acumulada, a pesar del poco trabajo que tuvo Edu Sousa. Además del de Monelos, rayaron a buen nivel Narro (a pesar de su inactividad) y Soriano que, sin Rubén Díez, jugó más cómodo. Inevitablemente surge el debate sobre si el contar con ambos no hace que se solapen en su rendimiento. También se notó la vuelta de Antoñito y tampoco hay que dejar de mencionar el buen partido que hizo Pablo Martínez.

El cuadro herculino se ha visto favorecido esta jornada, ya que, de los seis primeros clasificados, ha sido el único que ha cosechado una victoria, tres puntos importantísimos que aprieta la parte alta (cuatro puntos separan a los cuatro primeros). Se pasó de la decepción a la ilusión, toda una montaña rusa de emociones la que están viviendo los deportivistas esta temporada.

Ahora toca viajar a tierras andaluzas, dónde se reencontrarán con el San Fernando, hay que recordar, que ha sido el único equipo capaz de ganar hasta la fecha en Riazor. El cuadro gaditano ocupa actualmente puesto de descenso de categoría.  El entrenador podrá contar ya con las dos nuevas incorporaciones que el Club anunció recientemente, se espera que se mejore la imagen que últimamente han mostrado en los desplazamientos. Si quieren aspirar a ascender directamente, únicamente con Riazor no bastará.