Satisfacer a la exigente parroquia del Benito Villamarín nunca es fácil. Acostumbrados a éxitos y a grandes jugadores, no vale que cada temporada sea una temporada más. Luchar por Europa o, como poco, acabar entre los diez primeros, son dos objetivos que los sevillanos tienen marcados en rojo cada verano.
Esta es su tercera temporada consecutiva en Primera tras el ascenso logrado en la 2014-2015. Y es la primera en la que están cumpliendo las expectativas puestas en ellos. El buen juego y los resultados logrados hasta ahora dan buena prueba de ello. El Betis es noveno en la tabla con 13 puntos, empatado con los puestos de Europa League.
Sello Setién
Una de las piezas clave en esa mejoría experimentada esta temporada es su entrenador, Quique Setién. El entrenador cántabro es sinónimo de querer darle un buen trato al balón. Y así es para el Betis, que en sus últimos tres partidos en casa supera una media del 60% de posesión. Sólo en partidos contra equipos netamente superiores ha estado claramente por debajo en esa estadística.
Su cifra de pases realizados, estadística en la que es séptimo, también es buena muestra del sello que quiere imprimir Setién al equipo. Sacar el balón jugado desde atrás es una de las bases del juego del cuadro bético, con jugadores capacitados para ello, tanto en el eje de la zaga como en la zona ancha. El ataque es el último eje sobre el que se orienta el juego del Betis. Los contragolpes rápidos son una herramienta a la que le han dado un uso excelente, aprovechando la capacidad de definición que tienen sus delanteros.
Contra el Valencia el pasado fin de semana los béticos dieron buena muestra de ello. En una oda al fútbol ofensivo acabaron perdiendo por 3-6, dando ambos equipos un auténtico recital ofensivo. Sin embargo, los de Setién también mostraron una de sus carencias, la estructura defensiva.
Fichajes contrastados
La dirección deportiva del cuadro bético, encabezada por Lorenzo Serra Ferrer, ha tenido un verano frenético buscando mejorar la plantilla bética para hacer frente a las expectativas. En total son 10 los jugadores que han llegado al Benito Villamarín.
El centro del campo y la delantera han sido las posiciones que han sufrido una mayor remodelación. Para la zona ancha han llegado, entre otros, Andrés Guardado y Javi García. El mexicano, mediocentro tras su por el PSV neerlandés, es una pieza clave del juego bético. Por él pasan la mayoría de las jugadas de ataque. Javi García, procedente del Zenit, es su acompañante en la medular.
En ataque la incorporación más destacada es la del cordobés Sergio León. Tras una temporada en la que fue una de las pocas noticias positivas de Osasuna, el delantero vuelve al equipo en el que se formó para ser la referencia ofensiva y anotadora. Le acompañarán en las bandas fichajes de calidad como Cristian Tello, Ryad Boudebouz o Joel Campbell.
Será un partido especial para dos de los fichajes béticos: Zouhair Feddal y Víctor Camarasa. Ambos fueron el año pasado piezas clave en el Deportivo Alavés. El central llegó traspasado por una cifra cercana a los 3 millones de euros ya comenzada la pretemporada. Camarasa, cedido por el Levante en el Alavés, llegó para paliar una de las bajas más sensibles del equipo, la del talentoso Dani Ceballos.
En las botas de León
Marcar diez de los cuarenta goles de un equipo que desciende no es fácil. Menos es hacerlo el año que debutas en Primera División. Esas son las cifras que describen la temporada pasada de Sergio León, jugador más letal del Betis.
A sus 28 años, el de Palma del Río busca en su segunda temporada en la élite mejorar sus registros goleadores. En los siete partidos que ha jugado ha marcado ya cuatro goles. Dos de ellos, además, han servido para sumar puntos.
El delantero es una auténtica máquina anotadora, especialmente gracias a su capacidad de definir dentro del área. Su velocidad le permite superar a los defensas y colocarse mano a mano delante del portero, donde es prácticamente infalible. Su juego de espaldas, generando ventajas para él y sus compañeros, es otra de sus virtudes.
Sistema habitual
Setién ha utilizado a lo largo de estas siete jornadas un sistema 4-3-3, alternando en ocasiones con un 4-4-2. En portería Adán es un fijo. La defensa también está bastante consolidada, con Durmisi y Barragán en los laterales y Feddal y Mandi en el eje de la zaga. Sin embargo, la lesión del lateral danés obligará a Setién a dar entrada a Tosca.
Con la lesión de Javi García, han sido Camarasa y Fabián los que han acompañado a Guardado en el centro del campo. Ahora, con el ex del Zenit recuperado, es posible que el técnico cántabro altere la zona ancha. Guardado es fijo, por lo que sería o bien Camarasa o bien Fabián el que se cayera del once en caso de que entrase Javi García.
En ataque han sido Joaquín, León, Sanabria y Tello son los cuatro jugadores que más minutos han disputado. Campbell, que debutó con gol contra el Valencia, también ha puesto su candidatura sobre la mesa. Lo más probable es que Setién de continuidad al trío formado por Joaquín, León y Sanabria para enfrentarse al Deportivo Alavés.
