El Atleti volvió a la senda del triunfo. Volvió a la tranquilidad. Nada como una victoria para aplacar la crisis, aparcar los temores y las noticias negativas y volver a salir del atolladero. Dos goles de sus dos delanteros, un rencuentro cariñoso con una hermanada afición y portería a cero. Liderato de grupo y  a octavos. Gran manera de olvidar cuanto antes una dura derrota y un clima de desconcierto.

Vuelta a lo clásico

Simeone cambió. Restructuró y removió.  Descansos y refresco necesario para Savic, Saúl y Juanfran. Rotación en la punta. Pero si algún cambio fue destacado ese fue la vuelta a la protección.  El Atleti no retrocedió, pero si colocó un guardia de seguridad en su centro del campo. Tiago entró en el once como mediocentro  junto a Gabi, lo que hizo que Koke volviera al volante. Un cambio en busca del reseteo general, de la organización de nuevo y de la solvencia más eficaz.

Volvió el mediocentro posicional para devolver la calma y la seguridad ante un clima negativo y de duda

El portugués fue y vuelve a ser importante para Simeone. Cuando el no estuvo y Mario ya era historia, el Atleti tuvo que recurrir al mercado para buscar otro como él, Augusto. Un perfil necesario. A pesar de la evolución más dinámica de este año y el proceso de carga de peso para Koke, Simeone ha vuelto a solicitar su figura de centrocampista táctico.

El argentino recurre al mediocentro posicional. El futbolista más cauto, a la inteligencia y calma. El jugador que no pierde el sitio, que asienta la base y que no deja agrietar al equipo.  Koke si sabe usar el timón, pero su tendencia es más ofensiva, más alegre al juego entre líneas. Simeone sabe que  a Koke le va la marcha y en el eje, Gabi necesita quien le guarde la espalda cuando lanza sus  presiones. En un momento de delicadeza, de paso atrás, de reinicio, de duda, el Cholo recurre a la seguridad. ¿En el futuro? Dios dirá.

Carrasco y Koke sin conexiones

No todo fue un clasicismo total. Uno de los interiores, Koke si responde al perfil Cholo primario. Un todocampista interior partiendo desde el lateral. En el lado opuesto siguió optando por Carrasco, un extremo total. Obvio, el belga no está para prescindir de sus servicios. Es el jugador más dinámico y vertical.  El Atleti, pues,  se armó atrás y propuso un juego interior con Koke y Carrasco.

El canterano y el belga, son, con el permiso de Griezmann, los jugadores diferenciales. Los que tienen la imaginación, la calidad y el desnivel. Movilidad y abanico de posibilidades. El canterano buscando protagonismo por el ancho y bajando a pedir balones hasta el inicio de jugada. Yannick buscando abertura y portería. Su zona de influencia conectaba el Atleti inicial con el de ataque. Importantes, claves, pero sin conexiones.

Los dos jugadores eran la fase intermedia de las jugadas, los creadores de ataques, pero ante el PSV no tuvieron las ayudas necesarias para acabar esas jugadas. Griezmann estuvo demasiado profundo en los ataques  y se conectó con la zona de media punta de manera irregular. Koke y Carrasco no tenían conexión en el ataque, no podían nutrir de balones al ataque y además estuvieron desatendidos en los laterales, tan aliados en otras ocasiones.  En especial el croata Vrsaljko que no aprovechó los huecos producidos por Koke.

Filipe sin recambio

Simeone tiene al equipo vivo. Variantes  y rotaciones para dosificar al equipo y mantener todas las líneas frescas y activas. Ante el PSV rotaron jugadores que comenzaron bien la temporada pero que venían en línea descendente como Juanfran o Savic. Hay recambios y sombras para todos y el argentino puede permitirse la oxigenación de todos sus puestos, salvo uno.

El lateral izquierdo, propiedad de Filipe Luis, no consta de recambio natural y de garantías. Lo más cercano que tiene el brasileño de ser recambio se llaman Vrsaljko (lateral derecho natural) y Lucas ( central natural), algo que no convence a Simeone. Ante el PSV, Filipe se marchó con una contractura, fruto, seguramente,  de una exceso de carga de minutos. El Atleti no tiene descanso para Filipe. Quizás, ese recambio, espera en Vitoria.