Ya es oficial: Griezmann ha estampado su firma en el contrato ofrecido por la directiva rojiblanca, lo que le une al club hasta el 2022, dejando ya en la espalda semanas de incertidumbre, idas y venidas con un futuro cada vez más descafeinado. Hay que recordar que esta es la tercera renovación de Antoine Griezmann desde que llegó al Atlético de Madrid, pues amplió contrato en 2015 y también en 2016 hasta rubricar hoy la que es la última renovación de su contrato hasta el momento.
Y es que convencer al propio Antoine no parece haber sido muy fácil, y solo hay que dar una vuelta por nuestra memoria para ver lo que ha pasado estas últimas semanas: apenas un día después del partido que cerraba el año ante el Athletic de Bilbao, Antoine cifró en seis sobre diez sus posibilidades de jugar en el United. Conviene aclarar que dichas declaraciones se hicieron en un programa con tintes humorísticos, y añadiendo después que las de continuar en el Atlético mayores. Lo bueno es que eso ese día se tomó como una broma, lo malo es que al día siguiente lo empeoraba con unas nuevas declaraciones: "Estoy listo para irme", dijo. "Ganar títulos, eso es lo que voy a buscar este verano en el momento de decidir mi futuro", añadió.
Muchos eran los rumores que decían que eso era una simple estrategia para conseguir una suculenta mejora de contrato, y en ese sentido se busco tener contacto con Eric Olhats, mentor del jugador y que últimamente demuestra tener grandes dotes de representante para saber su opinión sobre el tema.
Más adelante se conocía la decisión del TAS, manteniendo la sanción que la FIFA le había impuesto. De esta manera el atlético se quedaba sin la posibilidad de realizar fichajes para mejorar su plantilla este verano, Y precisamente uno de los primeros en reaccionar a esa noticia fue el jugador francés, que publicó en su Twitter: "Ahora más que nunca #Atleti #Todosjuntos".
Pero poco después aclaró en unas nuevas declaraciones que “era un momento duro para el equipo y que irse ahora era un suicidio”, lo que para algunos daba entender que, si no hubiese tenido el Atlético esta sanción de manera oficial, el jugador francés habría decidido marcharse.