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Cádiz, a disfrutar compitiendo

El pasado es historia, recuerdo, memoria; el futuro es un misterio, expectación y; este momento presente es un regalo para el Cádiz, que afronta el playoff de ascenso para competirlo y disfrutarlo dejando que el universo se encargue del resto de los detalles...

Cádiz, a disfrutar compitiendo
Los jugadores amarillos celebran el triunfo con su afición | Foto: LaLiga
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Por Mariano Jesús Camacho

En toda semilla está la promesa de miles de bosques, pero para que esta se convierta en el inicio de algo grande debe germinar en suelo fértil. Carranza siempre fue tierra especialmente dada a sembrar las semillas de la felicidad por la sencilla razón de que posee un corazón holístico que late muy por encima del concepto de ganar o perder. Sus gradas son sabias porque aprendieron a transformar la adversidad en un beneficio que modeló su personalidad. Una personalidad fundamentada en la atención, porque los cadistas nunca dejaron en el olvido a su equipo. Esta atención se tradujo en intención sembrada, dirigida sobre el campo fértil de la atención, sobre un suelo de potencialidad pura y un deseo de volver que acabó transformándose en realización.

Todo lo que tiene valor en la vida se multiplica únicamente cuando es dado y, la ley del karma por fin devuelve a la afición todos sus años de lealtad. Esta acción generó recuerdo, y el recuerdo siempre tuvo la capacidad o la potencia de generar deseo, y el deseo la capacidad de generar nuevamente una acción que ha posibilitado el regreso del Cádiz.

En este componente de la acción es donde ha de ubicarse a los responsables directivos y deportivos del actual equipo cadista. Especialmente a la plantilla y su equipo técnico, representados magníficamente en la figura de Álvaro Cervera y Servando. El primero un entrenador con un estilo de juego muy definido, con una capacidad de análisis extrañamente sincera en el mundo del fútbol y, el segundo capitán de un equipo que ha posibilitado a la afición la bonita experiencia de disfrutar del momento. Un equipo que ha conectado con la afición porque posee la claridad suficiente como para conocer con exactitud sus virtudes y sus carencias, explotando al máximo las primeras y minimizando las segundas. Por ello teniendo como punto interno de referencia el espíritu, llegó a conseguir superar momentos complicados y ser inmune a las críticas (que llegaron en su momento), pilares fundamentales para perder el temor a los desafíos.

Cuando la acción se realiza teniendo conciencia del momento presente, su eficacia es máxima. Esta es en esencia la razón por la cual un recién ascendido de Segunda B ha cumplido sobradamente sus objetivos, superando ampliamente las expectativas al acceder al playoff de ascenso a Primera División. Dos rondas eliminatorias en las que todos partirán con idénticas posibilidades, pero que el Cádiz afronta sin las urgencias ni la presión de otros.

La naturaleza esencial del cadista es la potencialidad pura, las posibilidades infinitas, por lo tanto independientemente de la categoría en la que milite, el equipo amarillo ha de sentirse intrínsecamente rico. Fundamentalmente porque jamás caminó solo, sino fielmente apoyado por una afición que siempre supo satisfacer la necesidad de la risa y la alegría. El Cádiz para los cadistas es un bendito problema, un problema que es una oportunidad para mantener viva la esperanza de experimentar momentos y situaciones únicas. Para volver a tentar a la suerte, entendida como la unión del estado de preparación con la oportunidad.

Este momento - el que están viviendo los cadistas ahora mismo - es la culminación de todos los momentos que se vivieron en el pasado. El pasado es historia, recuerdo, memoria; el futuro es un misterio, expectación y; este momento presente es un regalo. Por lo tanto piensa disfrutarlo y competirlo desde un deseo que nace del nivel de la felicidad, y no del nivel de la ansiedad o el temor. Una vez en este punto el Cádiz posee un cheque en blanco para soñar, todo el mundo posee un talento único que nadie más tiene, y una manera especial de expresarlo, que tampoco tiene nadie más, por eso Cádiz tiene su sello.

Por todo ello con la alineación de estrellas que se produce en Carranza cuando equipo y afición van en la misma dirección, puede permitirse el lujo de dejar que el universo se encargue del resto de los detalles…

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Sobre el autor
Mariano Jesús Camacho
Diez años escribiendo para medios digitales. Documentalista de la desaparecida web Fútbol Factory. Colaboré en la web deportiva italiana Sportvintage. Autor en El Enganche durante casi cuatro años y en el Blog Cartas Esféricas Vavel. Actualmente me puedes leer en el Blog Mariano Jesús Camacho, VAVEL y Olympo Deportivo. Escritor y autor de la novela gráfica ZORN. Escritor y autor del libro Sonetos del Fútbol, el libro Sonetos de Pasión y el libro Paseando por Gades. Simplemente un trovador, un contador de historias y recuerdos que permanecen vivos en el paradójico olvido de la memoria.