El día que se cumplían doce años de su último ascenso en Primera, el Cádiz tenía ante sí la oportunidad de prolongar su sueño que comenzó hace apenas un año, cuando se lograba abandonar el "pozo" de la Segunda B, y que desde entonces no ha parado y que por poco ha llevado al Submarino Amarillo a LaLiga Santander. El Coliseum Alfonso Pérez, lugar donde se perdía la máxima categoría por última vez, telón de fondo para cerrar otra herida, igual que se hiciera en el Rico Pérez hace solo doce meses. Pero antes de eso tocaba pasar, nada más y nada menos, por el Heliodoro Rodríguez López, para enfrentar a un CD Tenerife que había mostrado tantos credenciales o más que el equipo amarillo de cara al ascenso. El tanto de Aketxe en la ida daba ventaja y esperanzas para lograr el éxito pero el equipo insular lograba igualar la eliminatoria y terminar proclamándose ganador merced a su mejor posición clasificatoria. El Cádiz tuvo ocasiones de sobra para levantar la contienda pero esta vez el balón no quiso entrar.
Martí daba entrada en la zona atacante a Suso Santana y Lozano en lugar de Aarón y Tyronne, ocupando el hondureño la punta de lanza y retrasando Amath su posición a la segunda línea. Por su parte, Cervera alineaba al mismo once de la ida, incluyendo a Rubén Cruz en la posición de "9" en lugar del pichichi Ortuño.
Shibasaki igualaba la eliminatoria
El cuadro local salía a apretar a campo contrario desde el principio, buscando constantemente balones hacia la dirección de la meta de Cifuentes. Con todo, y a pesar del marcador en contra, Cervera no cambiaba el planteamiento y sus pupilos, al igual que hicieran en Carranza, presionaban muy arriba al rival tratando de incomodar su salida limpia de balón. De hecho, era el conjunto amarillo, esta vez de verde, quien tenía la primera ocasión, cuando a los tres minutos la defensa isleña no lograba despejar un balón a la salida de un córner y el remate a gol de Rubén Cruz se topaba con el cuerpo de Dani Hernández. El propio futbolista utrerano protagonizaba el segundo intento con un tiro lejano a los 13 minutos que se iba a la izquierda de la portería.
Se llegaba al cuarto de hora y el Cádiz tenía la buena noticia de que no sufría demasiado hasta el momento. Aketxe intentó repetir su maravilla de la semana pasada pero esta vez su chut salía a la derecha de la meta. La escuadra visitante se mostraba bastante cómoda en el terreno de juego con el mediapunta vasco muy activo, moviéndose y pidiéndola por todos lados. Sufría poco atrás y solo un libre directo de Shibasaki que se marchó por encima del larguero inquietó la meta de Cifuentes en los primeros veinte minutos.
Avanzaba el cronómetro y el Tenerife empezaba a acumular llegadas, que sin embargo no terminaban siendo rematadas de forma decisiva. El Heliodoro rugía con toda su fuerza pero el Cádiz, bien plantado y con las líneas muy juntas, apenas daba opción a su oponente. Aún así, quedaba demasiado replegado y le costaba progresar en campo contrario, donde no imprimía claridad y acierto a sus ofensivas.
El Cádiz mantenía el control pero el gol del Tenerife fue inevitable
Pero en frente había un equipo de mucha calidad y que no necesita demasiadas ocasiones para golpear. Así, a los 33 minutos, una jugada de Suso por la banda derecha era finalizada por Shibasaki, que tomó el balón solo en el área y colocó el cuero junto al palo derecho. La zaga cadista se tambaleaba en el peor momento posible y ese regalo no lo iba a desaprovechar un CD Tenerife que en ese momento se clasificaba para la final del playoff.
Trataba de reaccionar el Cádiz, que a los 38 minutos, tras una buena jugada de Álvaro García, lo intentaba por medio de Aketxe, pero el intento del vasco salió blando y centrado. Más clara fue la siguiente de Salvi, que entraba con mucha potencia por la banda izquierda, se plantaba ante Dani Hernández y el internacional vinotinto desviaba el golpeo del sanluqueño, que contaba con poco ángulo, y que le volvió a rebotar el cuero pero no pudo controlarlo y se iba por línea de fondo.
Con ese marcador, terminaba la primera parte con sensaciones encontradas por parte de los jugadores del Cádiz, que veían que no estaban haciendo un mal trabajo, pero lo obtenido en Carranza ya no valía y había que intentar levantarlo tras el intermedio, frente a todo un Tenerife con su Heliodoro volcado con los de Martí.
Muchos nervios y todo por decidir
La reanudación se presentaba apasionante, con un equipo local que salía decidido a por el segundo gol, mientras que el visitante, por razones obvias, menos aún perdía la cara al ataque. Aketxe tenía una gran ocasión a los 50 minutos a centro de Brian Oliván. El bilbaíno tenía tiempo incluso de pararla pero decidía pegarle de primeras y no le dio dirección al tiro, saliendo demasiado centrado para que blocase fácil Dani Hernández.
No obstante, la contienda seguía siendo dura y las dudas volvían a aparecer: Sankaré volvía a ofrecer dudas y a los 59 minutos dejaba a Amath con todo a favor pero el senegalés perdonaba. Por fortuna, el Tenerife tampoco se mostraba impecable atrás y dos minutos después lograba el Cádiz finalizar una jugada larga con disparo de Garrido directamente hacia el portero venezolano.
Los de Cervera daban la cara pero el gol seguía sin llegar
Poco a poco volvía la esperanza y Aketxe hacía trabajar a Dani Hernández, que desviaba un libre directo lanzado a unos 35 metros de la portería. Desde el banquillo, Cervera también daba un nuevo paso y daba entrada a Abdullah por Garrido para tener más posesión y fluidez en la medular. En casi su primera intervención, en el minuto 70, el marsellés se asociaba con Aketxe y el pase al área de éste último lo enviaba alto Rubén Cruz en buena posición. Era la confirmación de que el Cadiz se encontraba bien y metía presión a su rival.
El control cadista se acentuaba con el paso de los minutos y superaba en los datos de posesión a su oponente, algo bastante poco habitual. Sin embargo, el gol no llegaba por lo que el resto no importaba. En el otro área, Suso a los 77 minutos protagonizaba el primer intento tinerfeño desde hacía tiempo, con un libre directo que iba blando a los dominios de Cifuentes.
No quedaba otra que quemar las naves y Ortuño ingresaba en el Cádiz por Salvi en busca del gol. Los dos atacaban pero nadie acertaba, por lo que el camino de la prórroga ya era inevitable después de unos minutos en los que fue el Tenerife el que puso contra las cuerdas a los amarillos.
Fin de fiesta
El tiempo extra comenzaba con un Cádiz mandando en el juego, ya que necesitaba el gol, pero apenas ocasionaba peligro en las inmediaciones de Dani Hernández. Rafidine Abdullah comandaba el centro del campo casi sin oposición pero por mucho que trataba de entrar por dentro el conjunto cadista, se mostraba incapaz de superar el entramado defensivo contrario. El Tenerife tenía controlada la situación y no arriesgaba en absoluto ya que sabía que encajar un gol le enviaba casi directamente al barro.
El equipo de Cervera no quería cometer locuras pero tenía que ir con todo el artesanal ya que no le importaba encajar un segundo gol porque en ambos casos pasaba si lograba perforar la portería chicharrera. El atacante revulsivo Aitor García entraba por el defensa Brian Oliván, gastando el técnico cadista su última bala. Sin embargo, las ocasiones seguían sin llegar y era el Cádiz el que encerraba al final a su rival. Primero un remate de un defensor y luego un cabezazo arriba de Ortuño que se iba por muy poco ponían al aficionado local al borde del infarto, pero el marcador seguía 1-0.
Tocaba desfondarse hasta el último minuto con los segundos 30 minutos, en los que el Cádiz metía al Tenerife en su área. En el 110, Aketxe probaba fortuna con una falta que se iba lamiendo el palo izquierdo tras tocar en la barrera. Y a falta de cuatro minutos, Ortuño tuvo la gran ocasión a cuatro del final tras un error defensivo del Tenerife que dejaba el balón en el área para el de Yecla que se encontraba con la respuesta de Dani Hernández.
El propio Ortuño y Álvaro García lo intentaron en los instantes finales, pero esta vez el balón no quiso entrar y era el CD Tenerife el que lograba el pase a la final. El "efecto Cervera" esta vez no fue suficiente y el Cádiz volverá a competir, con todos los honores, en Segunda División.