El gordo del sorteo de navidad se adelantó para la parroquia blanquiverde a este miércoles 20 de diciembre. Esta fecha pasará a la historia del cordobesismo por dos hitos. Primero por la victoria del Córdoba ante el Reus por 5-0 recuperando la senda de la victoria tras 11 partidos sin ganar. Y segundo y mucho más importante, por la venta del club por parte de la familia González al tándem formado por el empresario montoreño Jesús León y por Luís Oliver.

Jesús León, reconocido empresario cordobés, llevaba años detrás de la adquisición del club, pero siempre se había encontrado con la negativa del presidente y máximo accionista Carlos González en venderle su paquete accionarial. Hay que destacar la buena sintonía existente entre ambos caballeros, no obstante la empresa Grucal, propiedad de Jesús León fue la elegida para construir la fallida ciudad deportiva del parque del canal.

En el día de ayer surgió la noticia, adelantada por diario córdoba, que indicaba que las posturas para la venta del club estaban muy cercanas. Los acontecimientos de desarrollaron rápidamente y a primera hora de la tarde en una notaría madrileña se firmó la venta del paquete mayoritario del club(casi el 99% de las acciones), por parte de Carlos González a los empresarios Jesús León y Luís Oliver. Los dos empresarios adquieren las acciones al 50%.

La noticia ha llenado de ilusión al cordobesismo, hastiado y totalmente de espaldas a la gestión de la familia González. Se espera que la llegada de los nuevos dueños suponga una inyección de capital que suponga una revolución en la plantilla, con la llegada de varios nombres, tanto en el campo como en el banquillo, que hagan posible revertir la situación clasificatoria del club califal.

El hasta ahora máximo accionista Carlos González habló anoche en la radio en “el transistor” de Onda Cero, donde reconoció la venta de sus acciones al tándem León-Oliver, vendiendo sus acciones al 50% a cada uno de ellos. Aprovechó los micrófonos para indicar que “evidentemente él había ganado dinero en el Córdoba, como empresario que es”. Además lanzó su habitual puyita indicando que desde el primer día no había sido bien recibido pues “no ser de córdoba supone rechazo”.  Se va con la tranquilidad de dejar en club en buenas manos a la vez que manda un mensaje indicando que "Lo que le falta al Córdoba es tranquilidad y serenidad".

Esperemos que sin él esa tranquilidad y serenidad vuelva a un club donde la afición ha sido su mayor bastión y últimamente estaba muy alejada del equipo.