El Estadio Municipal Butarque esperaba con ansias que los suyos le regalasen la segunda victoria consecutiva en casa en el campeonato liguero. Tras la buena labor realizada ante el CA Osasuna, era el momento de volver a hacerse con los tres puntos. Sin embargo, los pepineros se encontraron enfrente al Villarreal, que también debía hacer lo propio tras la última derrota cosechada ante el Deportivo Alavés. Así, las ansias por llevarse los tres puntos en la mochila acabaron en un empate a nada.
Dos buenos planteamientos tácticos hicieron que ambos combinados se anularan en el terreno de juego y que las ocasiones de gol brillaran por su ausencia. Así, por parte del Leganés destacó Darwin Machís que, con su velocidad, fue proveedor de buenos pases para Luciano, aunque éste no llegó a conducir el balón a buen puerto. En la primera mitad, además, la grada reclamó un posible penalti que el arbitró nunca concedió, lo que llevó a locales y a visitantes a aumentar la intensidad del choque, aunque no el ritmo. Fruto de dicha intensidad, el colegiado fue portador de un total de cinco tarjetas amarillas.
Con el inicio de la segunda mitad, el submarino amarillo se dispuso a poner en aprietos a Iago Herrerín, debutante en la meta pepinera. Sin embargo, el cancerbero bilbaíno atajó todo peligro y el partido volvió a los derroteros de los primeros 45 minutos. A pesar de que ambos movieron ficha para aumentar las posibilidades de gol, nada ni nadie pudo evitar que en Butarque se firmaran las tablas. La nota negativa del enfrentamiento fue, sin duda, la lesión de Samu Castillejo, que se marchó del verde en un mar de lágrimas.
Este empate supone un punto de gran valor para el Leganés, puesto que le ayuda a mantenerse alejado de los puestos de peligro, mientras que no es tan bueno para el Villarreal, que cede puestos en la clasificación liguera.
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