Ha finalizado el mes de julio, y con él las dos primeras fases de la pretemporada del Málaga CF. A pesar de estar siendo buena a nivel físico, táctico y de hacer equipo, está siendo una pretemporada llena de sensaciones agridulces. Con el buen sabor de estar realizando un gran trabajo en los entrenamientos para la puesta a punto del equipo y llegadas de jugadores, pero con el mal trago de la marcha de jugadores importantes de la pasada campaña y los resultados negativos de los partidos amistosos.

El equipo volvió al trabajo el cinco de julio con la ilusión y las expectativas muy altas tanto con el buen final de temporada que tuvo el equipo en liga como con la llegada de Míchel al banquillo para dirigir la nave blanquiazul. A ello hay que sumarle la llegada en este verano de los nuevos fichajes Adrián González, Paul Baysse, Andrés Prieto y Borja Bastón.

La primera fase se desarrolló en el Gran Hotel Benahavís del 6 al 14 de julio con 35 jugadores, y aunque con ciertos problemas en los campos de entrenamientos, donde se desarrollo un gran trabajo físico para la puesta a punto. Fue durante esta etapa donde llegaron los primeros contratiempos en la plantilla con la, más que sonada, marcha de Sandro Ramírez finalmente al Everton y la de Ignacio Camacho, tras varias temporadas sonando su marcha, al Wolfsburgo.

Finalizó esta primera etapa con la primera derrota de la pretemporada en Coín ante el Sheffield Utd. por 0-1 en un partido donde los de Míchel merecieron algo más.

Tras esta fase, la pretemporada se marchó para comenzar la segunda etapa en la ciudad holandesa de Garderen con 28 jugadores incluyendo a los fichajes a Juankar, ya definitivamente propiedad del Málaga tras el traspaso de Horta al Sporting de Braga, y el portero Cenk Gonen.

Esta fase duró diez días, donde se continuó realizando trabajo físico y táctico. Predominó un gran ambiente de equipo y donde se adaptaron estupendamente los nuevos fichajes consiguiendo  una gran unión en el equipo. Pero parece ser que ha sido lo único positivo de esta estadía, ya que allí se conoció que Pablo Fornals se marchaba al Villarreal tras el abono de la cláusula y que Jorge Meré, a pesar de estar en Málaga a punto de ser cedido al equipo de la Costa del Sol, finalmente se marchó y fichó por el equipo alemán del Colonia.

Tras estos contratiempos, Míchel hizo que el venezolano Mikel Villanueva se incorporase a la concentración de Holanda tras la no incorporación de Meré en defensa. Así como la rápida reacción del área deportiva al contratiempo de la marcha de Fornals, con el fichaje del argentino Emanuel Cecchini para completar la zona del centro del campo.

A todo ello hay que unir los resultados negativos en los cuatro partidos jugados tanto en tierras holandesas como alemanas, con buenas sensaciones con los titulares pero no tan buenas con los suplentes y con fallos tácticos en defensa que habrá que retocar y la sensación de que faltan algunas incorporaciones para complementar el equipo tanto en defensa, como en el centro del campo y en el ataque. Aunque no hay que olvidar que estos equipos están más rodados y a punto de comenzar sus ligas.

Las cuatro derrotas fueron, en el cuadrangular jugado ante el Hertha de Berlín por 1-2 y Duisburgo por 1-0. Y en los dos amistosos ante el AZ Alkmaar por 3-0 y ante el Borussia Mönchengladbach por 2-1.

Hay que destacar el gran trabajo realizado por los canteranos que han formado parte de la pretemporada. Donde destaca la gran actuación de Mula y que podría haberle dado un sitio en la primera plantilla, mientras que el defensa Luis Muñoz, a pesar de ser del gusto de Míchel, podría tener hueco esta temporada.  Para Luis Míchel tiene la idea de cederlo a un equipo de segunda B puntero o de segunda  para que siga formándose y con una continuidad para regresar al Málaga con minutos y experiencia.

CONCLUSIONES Y BALANCE

A 21 días que comience la competición oficial, a día de hoy, las sensaciones que quedan es un buen trabajo hecho tanto a nivel físico como táctico, aunque en esto último quedan muchas cosas por hacer y con una buena integración de los jugadores nuevos incorporados a la plantilla. Pero cierto es que tras perder la columna vertebral, base del éxito del final de la pasada campaña, es difícil hacer una buena pretemporada ya que  el proceso de reestructuración y compactación de la plantilla no es inmediato.

Que a pesar de las derrotas de la pretemporada se ha ido de menos a más en las sensaciones del juego del equipo y lo que menos importa es el resultado. Son días para probar cosas nuevas, ensayar jugadas, probar posiciones diferentes para jugadores polivalentes y readaptación para otros. Hay que seguir corrigiendo fallos y seguir trabajando, junto con las llegadas de los nuevos jugadores que faltarían en lo que trabaja el director deportivo Arnau, el Málaga iría en un buen camino para llegar en unas buenas condiciones  competitivas para el partido marcado en el calendario ante el Eibar de la primera jornada de liga.