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Informe VAVEL Playoffs 2016: CA Osasuna

Sobre la bocina, el conjunto rojillo se metió en el sexto puesto que le concede la oportunidad de luchar por regresar, dos años después, a Primera División. Los apuros y las prisas, tras una temporada sobresaliente lastrada por los errores de siempre, hacen de esta oportunidad —que se veía perdida— una balsa de moral de la que los de Martín han salido rejuvenecido y con ganas de 'liarla'.

Informe VAVEL Playoffs 2016: CA Osasuna
Fotomontaje: Jose Antonio Tenrero [VAVEL.com].
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Por Redacción Osasuna

Hubo que remar, y tal vez más de lo esperado. Osasuna es el equipo que más tiempo ha permanecido entre los seis primeros durante las 42 jornadas que componen el calendario de la liga regular de esta Segunda División; y, aún así, el billete para la gran reválida lo tuvo que sellar Cristian Herrera con el gol que daba la victoria al Girona frente a la Ponferradina.

Los rojillos llegaron a la batalla en el Tartiere tras dinamitar gran parte de sus opciones de clasificación ante Nástic (1-0) y Huesca (2-3), dos derrotas que dejaban a los de Enrique Martín a merced de terceros y a la afición con los ojos puestos en Oviedo y los oídos en el viejo transistor; pero el certero aluvión navarro ante el equipo carbayón y la sutil definición del ariete canario del conjunto catalán salvaron, una vez más sobre la bocina —en el minuto 87—, una temporada inimaginable ni para los más optimistas a orillas del río Sadar. Y, cuidado, porque la bruja de Campanas ha echado las cartas y dice que Osasuna la va a líar. El equipo viene cargado de moral, en uno de sus mejores momentos del curso y con nada que perder.

Los jugadores celebrando un gol | Foto: UGS Visión.
Los jugadores celebrando un gol | Foto: UGS Visión.

Primera vuelta: a propios y extraños.

El 5-3-2 de Enrique Martín comenzó dando sus frutos desde la pretemporada, una preparación en la que Osasuna se mostraba sólido en defensa, algo que echó en falta la pasada temporada. La plantilla se había planificado en verano con el único objetivo de pasar una temporada con menos apuros que la anterior. Roberto Santamaría, Asier Riesgo, Nekounam, Ansarifard, Echaide, Loé y Cédrick dejaban su sitio en Tajonar para las llegadas de Álex Sánchez, Adrián Cruz, Tano Bonnín, Bogdan Milic, Mario, Nauzet, Pucko y Martins. Unai García regresaba a la disciplina rojilla tras su paso por el Tudelano.

El Osasuna comenzó con buen pie la Liga Adelante Osasuna tuvo un inicio muy prometedor: cinco victorias, un empate y una derrota en las primeras siete jornadas de liga ilusionaban a una parroquia rojilla, que veía al equipo navarro liderando en solitario la clasificación. Pero llegó la octaba jornada y la marea rojilla se desplazó a Vitoria. Cerca de 5.000 aficionados rojillos tiñeron la grada visitante del estadio de Mendizorrotza, que vio como el equipo pamplonica caía derrotado por tres goles a cero y el Córdoba le alcanzaba en la clasificación.

Una derrota en casa ante el Girona y una victoria de los verdiblancos en El Arcángel frente al Nàstic dejaban a Osasuna fuera del primer puesto de la tabla, que pasaba a manos del conjunto andaluz. Pero no le duraría mucho a los de José Luis Oltra: tan solo dos jornadas pudieron disfrutar en Córdoba de las mieles de la cima, que parecía tener el nombre de Osasuna tallado a fuego sobre la roca. Nada más lejos de la realidad. Una serie de malos resultados hicieron que los rojillos coquetease con las últimas posiciones de playoff durante los últimos compases de esta primera vuelta, que cerraría en cuarta posición en la jornada 21, con 35 puntos, a cuatro de los casilleros de ascenso directo.

Oier Sanjurjo celebrando un tanto | Foto: UGS Visión.
Oier Sanjurjo celebrando un tanto | Foto: UGS Visión.

Segunda vuelta: montaña rusa con final feliz

La segunda ronda arrancó de igual manera que la primera: con victoria, ganando al Llagostera, esta vez en casa y por tres goles a cero. Sin embargo, un pequeño bache impidió a la fiel afición navarra celebrar una victoria hasta cinco jornadas más tarde. Dos empates en casa (0-0 frente al Almería y 1-1 contra el Zaragoza) y dos derrotas a domicilio (4-0 en Miranda y 2-0 en Leganés) conseguían que los rojillo cayesen por primera vez en toda la temporada de los puestos de ascenso. Tuvo que ser precisamente con una victoria por la mínima frente al Córdoba —otro gran rival por el primer puesto— cuando los rojillos volvieron a engancharse a los puestos de playoff.

Para el recuerdo queda la goleada (3-1) al Alavés en El Sadar en la jornada 29. Osasuna se puso a tres puntos del conjunto vitoriano, entonces segundo clasificado, y los sueños de ascenso directo abandonaban lo utópico para acercarse a la realidad. Pero una nueva racha de cinco partidos sin ganar volvió a sacar al equipo de Enrique Martín de puestos de ascenso: una montaña rusa llamada Liga Adelante.

La igualdad de la categoría quedó patente en las siguientes fechas del calendario: dos victorias consecutivas de los rojillos volvían a poner el ático en el punto de mira. No obstante, los pinchazos frente a Nàstic y Huesca en las jornadas 40 y 41 implicaron llegar a la última fecha del curso sin depender de sí mismos para alcanzar la promoción. ¿El resultado? El que marca el título de este análisis y sus primeras líneas.

El balance final de la segunda vuelta fue de siete victorias, ocho empates y seis derrotas, 29 puntos en total, menos que en la primera mitad del campeonato (35). Por su parte, los fichajes de invierno ha corrido suerte dispar: Manuel Sánchez se ha acabado ganando la confianza del técnico con el paso de las jornadas; Miguel de las Cuevas aportó un poso fundamental para el rendimiento del equipo, merced de su veteranía y experiencia en la categoría; por su parte, Urko Vera, el gran golpe sobre la mesa de Osasuna durante el mercado de enero, no ha cumplido con las expectativas puestas en él. El ariete vasco sólo consiguió anotar tres dianas, las mismas que consiguieron Nino y Merino durante la segunda vuelta. Roberto Torres fue el pichichi de este periodo con cinco tantos.

Estandarte a dos manos

Aunque solo un jugador debería recibir el galón de estandarte del Club Atlético Osasuna, Martín cuenta con dos jugadores que merecen dicho reconocimiento. Los navarros Mikel Merino y Roberto Torres son, sin lugar a dudas, los timoneles de la nave rojilla. Desde el comienzo de la temporada hasta el final, tanto uno como otro —con pequeños recesos para atarse las botas y, tal vez, mirar al futuro— han dejado claro que, sin ellos, este equipo no habría llegado a donde está, en la pelea por jugar el playoff de ascenso a la Liga BBVA. Por ello, sobre el pivote y el mediapunta recae la nada nimia misión de dirigir a su equipo a la gloria.

Roberto Torres es un jugador esencial en el Osasuna | Foto: UGS Visión.
Roberto Torres es un jugador esencial en el Osasuna | Foto: UGS Visión.

Durante los 42 partidos disputados durante la fase regular, los canteranos han dejado patente su impronta en el juego de Osasuna. Roberto Torres ha jugado 38 partidos y de los cuatro en los que no estuvo sobre el verde Osasuna ganó uno, empató otro y perdió los dos restantes. Mikel Merino, en cambio, es más tajante: los rojillos no saben lo que es ganar sin la última perla de Tajonar sobre el tapete. Los navarros han disputado ocho encuentros sin su pivote titular, de los que empató cinco (cuatro de ellos a cero goles) y perdió los otros tres. Y únicamente se anotaron ocho goles en los once partidos en los que alguno no estuvo sobre el terreno de juego.

Merino y Torres son jugadores muy distintos que destacan cada uno en su posición. El primero, fichado ya por el Borussia Dortmund, demuestra partido sí y partido también que sus cualidades a la hora de defender, cubrir a un compañero o cortar ataques de los rivales, son magníficas. Con él sobre el césped, Nauzet Pérez ha sumado 16 porterías a cero, algo que prima el club. Roberto Torres juega muy por delante, justo detrás de los delanteros, aunque se adapta a casi cualquier posición dentro del terreno de juego. Con su calidad ha logrado durante todo el curso anotar 12 goles (pichichi del equipo) y provocar importantes faltas, córneres y tarjetas a los jugadores adversarios. Junto a De las Cuevas y Matej Pučko es, sin duda, el jugador más desequilibrante de la plantilla de Martín.

Mikel Merino
Mikel Merino durante un encuentro | Foto Rodri J. Torrellas.

Análisis táctico: la ley del 5-3-2

El análisis táctico de Osasuna durante esta campaña se sostiene sobre la confianza y la perseverancia de Enrique Martín Monreal en su 5-3-2. Desde el comienzo de la competición, el entrenador rojillo ha apostado por crear un estilo de juego cimentado en la solidez defensiva. Unido a este aspecto, se suma la intensa presión que ejerce el equipo navarro en la salida de balón de sus contrarios. Asentando el equipo en estas sencillas bases, el técnico de Campanas ha conseguido crear un estilo de juego propio en el que los jugadores creen.

El comienzo del juego de Osasuna está basado en su línea de cinco hombres atrás. La línea defensiva está formada por Miguel Flaño, David García y Tano Bonnin. Este último suple la importante baja de Unai García, que se ha perdido gran parte de la temporada por lesión. En las bandas se sitúan dos laterales con mucha proyección ofensiva: suelen ser Oier por la derecha y Javier Flaño por la izquierda. Con este sistema lo que consigue Martín es que su equipo ofrezca mucha más profundidad en ataque, con llegadas de los carrileros hasta línea de fondo y una seguridad atrás con cinco hombres.

Monreal tiene un sistema muy definido A partir de estos sólidos cimientos se edifica el centro del campo, formado por tres hombres. Mikel Merino situado en el centro de la línea de tres dirige y organiza al equipo. Durante esta temporada ha asumido los galones en momentos importantes y se ha convertido en el faro del conjunto rojillo. Roberto Torres se posiciona a la derecha de Merino, ocupando un lugar importante en los metros finales del campo. El capitán de Osasuna es el encargado de botar todo el balón parado desde faltas hasta córneres y suele ser un seguro desde los once metros. El último acompañante de la línea de tres no tiene un dominador fijo. En estas últimas jornadas está volviendo a cobrar protagonismo el veterano Miguel de las Cuevas, con unas magníficas actuaciones en los partidos de casa, aunque por su zona han pasado hombres importantes como Miguel Olavide y el propio Merino, con la entrada de Manuel Sánchez en el once. El centro del campo cumple una función vital para Osasuna: ser la zona de transición entre su mejor arma, la defensa, y su punto más débil, el ataque. Se encuentra en el punto medio, el punto de equilibrio del equipo.

Y, como se ha señalado, la punta de ataque es donde el conjunto rojillo ha encontrado más problemas a lo largo de estas 42 jornadas. Al crear un estilo de juego tan defensivo, la parcela de la delantera se ha descuidado, pese a tener en nómina hombres con la vitola de goleadores. Nino es el único fijo para Martín. Gracias a su gran movilidad para tocar el balón y su olfato cara a puerta se ha ganado el puesto durante toda la temporada. Imprime y contagia con su carácter al equipo y realiza una gran labor facilitando el juego a su compañero en el ataque. Es precisamente aquí donde reside el problema: en el compañero del ratonero delantero almeriense. Martín, dentro de su esquema, ha ido probando varias soluciones, desde Álex Berenguer y Kenan Kodro hasta los fichajes de Pucko y Urko Vera. La labor que busca el entrenador de Osasuna para este segundo delantero es la de fijar a los centrales y que de esta forma Nino obtenga un mayor espacio para poder jugar el balón con la línea de tres centrocampistas. A día de hoy es una gran incógnita quién será el compañero de Nino en el ataque durante estos playoff, pero, de momento el hijo del mítico Meho Kodro es el que parte desde la pole position tras su rendimiento en las dos últimas jornadas.

Sin embargo, la actitud es el pegamento que une las líneas rojillas y el punto que ha permitido a los navarros pasar de salvarse de Segunda B en el último minuto del tiempo de descuento de la temporada 2014/15, a luchar por regresar a la élite del fútbol nacional. El carácter que ha sabido imprimir Enrique Martín a sus pupilos a lo largo de toda la temporada ha puesto en liza los antiguos valores del club: nunca bajar los brazos, no dar un punto por perdido y dejarse todo en el campo. La simbiosis entre entrenador y jugadores es total.

Enrique Martín Monreal dirigiendo un partido | Foto: Rodri J. Torrellas.
Enrique Martín Monreal dirigiendo un partido | Foto: Rodri J. Torrellas.

El uno a uno de Osasuna

Aunque tal vez, el gran éxito de Martín —al menos a medio/largo plazo— ha sido convertir una necesidad en una virtud. Por segunda temporada consecutiva, la mala gestión económica de los antiguos gestores del club navarro y la contundencia de la LFP se cebaban con un equipo en pleno renacimiento, limitando en 18 el número de fichas profesionales —frente a las 25 de sus rivales— para el curso 2015/16; una circunstancia que el equipo técnico de Osasuna ha sabido compensar con la entrada de canteranos en las convocatorios y en los onces iniciales de Martín; y no solo eso, pues la confianza depositada en los chavales del Promesas se ha visto justificada con el crecimiento de una nueva hornada de Tajonar que ha sido el contrapunto idóneo para la veteranía de hombres cono Nauzet Pérez o Nino.

A continuación, un breve análisis de los hombres más utilizados por el técnico navarro durante la liga regular:

Nauzet Pérez: Único jugador que ha disputado todos los minutos. A pesar de que a comienzos de temporada fue cuestionado por mostrar inseguridad bajo palos, poco a poco ha ido ganando confianza y ha salvado a su equipo en numerosas ocasiones. Ha logrado estar 456 minutos con la portería a 0.

Javier Flaño:  A pesar de ser diestro, ha conseguido hacerse con el lateral izquierdo, un puesto maldito en las últimas temporadas en Osasuna. El navarro ha cuajado una gran temporada, aunque se haya visto superado en ciertas ocasiones por según qué rival.   

Tano: En los primeros compases del curso no tuvo especial protagonismo, pero a raíz de la lesión de Unai García ha ido ganando poco a poco protagonismo. Su lucha por cada balón y su constancia han hecho que se convierta en un hombre importante en la zaga rojilla.

Miguel Flaño: El capitán rojillo ha completado una buena temporada, jugando de titular en todos los partidos en los que ha sido convocado (34) y, junto a sus compañeros, siempre protagonista del rearme defensivo del cuadro navarro.

David García: Gracias a su trabajo, el jovencísimo canterano se ha convertido en el dueño de la zaga rojilla. El central es un imprescindible en la defensa y esto ha hecho que se despierte el interés de otros equipos. Será una pieza fundamental en este playoff.

Oier: Pieza importante en el vestuario rojillo. A lo largo de la temporada ha jugado tanto en defensa como en el centro del campo y es el tercer jugador más utilizado por su entrenador. Además, ha ayudado al equipo con tres goles.        

Unai García: El navarro era un fijo en el once de Martín Monreal hasta que en marzo sufrió una lesión en su tobillo izquierdo. Aunque se recuperó antes de lo previsto, en el tramo final de temporada no ha jugado prácticamente. 

Mikel Merino: El guía de este equipo. Ya se ha hablado de él. El medio campo es suyo y en los partidos que no ha podido jugar, se ha notado su ausencia. Ha sabido dirigir y crear juego en todo momento. En el playoff defenderá la camiseta de Osasuna por última vez y quiere dejar un grato recuerdo de su paso por El Sadar.

Roberto Torres: Junto con Mikel Merino, ha sido una pieza clave en este equipo. Además de, con 12 tantos, ser el máximo goleador del equipo, también es el jugador que más asistencias de gol ha repartido. Ha sabido liderar al equipo cuando ha estado sobre el césped y, aunque ha llegado a final de temporada con molestias, ha querido jugar y pelear hasta el último duelo.

Manuel Sánchez: Fue fichado en el mercado de invierno para reforzar el centro del campo. Es un jugador intenso —ha visto 10 amarillas en los 21 partidos que ha jugado— que pelea cada balón. Ha cogido peso en el equipo a fuerza de sacrificio gracias a su poderío en la medular.

Miguel De las Cuevas: Llegó al equipo en el mercado de invierno ilusionando a la afición. Ha ido cogiendo minutos poco a poco, ya que venía de una baja por una insuficiencia cardiaca. En estos últimos partidos se ha podido ver la calidad a la que tenía acostumbrada a la afición y llega en su mejor momento para afrontar el posible regreso de Osasuna a Primera División.

Pucko: Comenzó la temporada muy fuerte, ya que venía de competir con su anterior equipo. Llamó mucho la atención en sus primeras actuaciones, gracias a su velocidad, desborde e, incluso, acierto de cara a puerta, pero poco a poco se fue desinflando. 

Álex Berenguer: El canterano se ha hecho con un hueco en el equipo a base de trabajo y constancia. Con la rapidez que le caracteriza ha convencido a Enrique Martín Monreal y ha jugado 38 partidos (19 de titular) en los que ha marcado tres goles.

Miguel Olavide: Es un jugador de una gran calidad y apunta a ser la nueva perla de Tajonar. A pesar de que ha hecho muy buenos partidos, la falta de continuidad y la competencia que hay en su puesto han hecho que tan solo haya jugado once encuentros como titular. 

Nino: Delantero que más minutos ha disputado a lo largo de la temporada. Con su experiencia en Segunda División —este año se convirtió en el jugador que más encuentros ha disputado en la categoría de plata— ha ayudado al equipo a lograr el objetivo y ha marcado siete goles.

Urko Vera: A mitad de temporada llegó al equipo para hacer gol. A pesar de pelear con esfuerzo y constancia en cada partido que ha jugado, tan solo ha conseguido meter tres tantos, el último en Oviedo. Ha estado en el campo en 19 encuentros y ha demostrado que se entiende bien con Nino.

Kenan Kodro: Tan solo ha jugado 7 partidos de titular esta temporada. Se esperaba mucho más de él y, durante buena parte de esta segunda vuelta, ha estado totalmente desaparecido. Sin embargo, su nombre a vuelto a sonar con fuerza en las tres últimas jornadas. Ha logrado meter tres goles, el último de ellos fue el que abrió la goleada en el Tartiere.

Además, otros nombres que han destacado han sido los de los canteranos Aitor Buñuel y Antonio Otegui. Ambos han jugado esta temporada once partidos y han demostrado que con trabajo pueden llegar a convertirse en hombres muy importantes en este Osasuna. Por otro lado, Luis Martins fue otro de los refuerzos invernales del equipo, al que llegó para ocupar el lateral izquierdo, pero las lesiones y la buena temporada de Javier Flaño han hecho que tan solo haya jugado nueve encuentros. Otro afectado por la competencia en su puesto ha sido Maikel Mesa, del que parecía que este podía ser su año. El canario ha jugado en trece partidos y ha metido un gol. Por su parte, José García comenzó la temporada convocado con el equipo y jugando, aunque no siempre de inicio, pero en los últimos meses ni siquiera ha entrado en las convocatorias. La plantilla la completa Mario, segundo portero del equipo. El guardameta cántabro tan solo ha tenido minutos en Copa del Rey debido a la gran temporada de Nauzet Pérez. 

Foto: Rodri J. Torrellas.
Foto: Rodri J. Torrellas.