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David García priva a Osasuna de triunfar

Acabó en empate el partido disputado en El Sadar entre Osasuna y Las Palmas, después de que los rojillos se colocaran con dos tantos de ventaja en el marcador, pero David García logró colocar el empate a falta de un minuto para el término del encuentro.

David García priva a Osasuna de triunfar
David García priva a Osasuna de triunfar | Fuente: LaLiga
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Por Gerard Escribano Gil

Acabó igualando el marcador la UD Las Palmas tras un relativamente emocionante partido que concluyó con la épica remontada del conjunto canarión, que vio como los navarros lograban colocarse hasta con dos goles de ventaja en la primera mitad, no obstante, la insistencia y la fe amarilla fue suficiente para empatar en un partido donde el susto estuvo en el banquillo de Osasuna, puesto que Enrique Martín se tuvo que retirar a causa de unos aparentes problemas cardíacos, no obstante, según algunas fuentes, todo ha quedado en indisposición.

El partido arrancaría con los canarios acusando falta de tensión. Los primer minutos fueron de intercambio de intentonas, en los cualos los de Setién no generaban peligro, y esta falta de tensión, empezó a provocar lo que aparentaba que iba a concluir en catástrofe, porque Boateng obstaculizaba con la mano un remate de Roberto Torres.

El árbitro lo vio claro, y correctamente, señaló la pena máxima. El propio Torres se encargó de lanzar la pena máxima, con un buen lanzamiento raso con el cualo lograba engañar a Lizoain para inaugurar el marcador en El Sadar, colocando por primera vez, a los rojillos por delante en el marcador en la presente temporada.

Justo en ese momento, las miradas se dirigieron al banquillo rojillo, donde se podía ver a Enrique Martín retirándose con una mano en el pecho. Con el segundo tomando las riendas, los navarros se replegaron y esperaron con calma una ocasión para salir a la contra.

Los canarios tocaban con mucha calma, pero no generaban ocasiones, por lo tanto, Osasuna no estaba en absoluto incomodado, y los minutos pasaban y pasaban, y cuando parecía que iba a llegar el descanso, el delirio se hizo presente en El Sadar, cuando los visitantes subieron líneas intentando empatar en los instantes finales, perdieron el balón, y llegó el patadón arriba buscando a Sergio León.

Uno de los centrales canariones erró al despejar, y Sergio León se agenció de la pelota ante la oposición de David García, al que le rompió la cadera con un doble recorte, tras lo cualo se quedó solo ante Lizoain, al que le coló el esférico entre las dos piernas. Una jugada de delantero de talla mundial.

Con esos dos goles de ventaja al descanso, el partido parecía resuelto. Osasuna salió muy calmado al arranque del segundo tiempo, pero se encontró con una UD Las Palmas que distaba mucho de rendirse, y tras unos diez minutos de juego, un centro de Livaja pondría en cabeza de Vicente el esférico, para que el centrocampista batiera a Nauzet y sembrara las dudas y la tensión en las gradas de El Sadar.

Los de Quique Setién tomaron el control del partido y la pelota, y acometían una y otra vez contra la puerta de Nauzet, mientras que los rojillos intentaban salir con velocidad con la entrada de Jaime Romero al terreno de juego, pero el balón no duraba en sus pies. Todo aparentaba torcerse.

Tuvo diversas ocasiones para empatar el club visitante. La primera fue del propio anotador del primer tanto canario, que lanzó desviado un testarazo. También forzó David García a volar a Nauzet con un sobresaliente testarazo que el guardameta despejó a saque de esquina.

Según se acercaban los minutos finales, la tensión se iba haciendo mayor en ambos bandos. Asdrúbal saltó al terreno de juego por Artiles para otorgar mayor profundidad y jugárselo todo a una carta. Boateng estuvo cerca de encontrar el premio cuando estrelló el esférico contra el palo con un voleón de primeras tras un mal despeje.

No obstante, a balón parado, y en el último suspiro, sonó la campana. Llegó ese premio que buscaban los visitantes cuando Momo colgó el balón. Se produjeron una serie de rechaces ante la portería de Nauzet, y acabó el balón por pasarse ante los pies del capitán canarión, David García, que con el alma, empujó el balón al fondo de la portería para provocar el delirio de nuevo, pero ahora, en una abarrotada grada visitante.

El partido no dio más de sí, unos daban por bueno el empate tras remar a contracorriente desde el principio, y los otros estaban abatidos. Acabó por concluir el encuentro, y ahora, las cartas están sobre la mesa. Lo único que le queda hacer a ambos conjuntos es mirar como se resuelve el resto de la jornada previa al parón internacional para confiar que los resultados los favorezcan lo máximo posible.