La llegada de Caparrós a Osasuna parece que ha sentado muy bien entre los rojillos, que hace escasos días le endosaron un contundente 4-0 al SD Eibar. El utrerano ha dado aire fresco con su llegada a una plantilla que vuelve a sonreír tras pasar un interminable bache desde el inicio de esta Liga Santander, con un paupérrimo balance de una victoria, cuatro empates y seis derrotas.
Pero no todo será tan sencillo como en la reciente goleada al Eibar, ya que empiezan a aparecer las primeras dudas e importantes decisiones que tomar. La primera gran tarea de Caparrós será la manera de confeccionar el sistema táctico de sus pupilos. Actualmente parece que hay un hombre fijo en el ataque rojillo, Sergio León, un jugador efectivo y que hace muy bien su trabajo, que puede darle muchas alegrías a su afición.
Otro factor que afecta ofensivamente a Osasuna es la lesión de su otro atacante, Oriol Riera, que se lesionó en el duelo liguero ante el Athletic de Bilbao. El catalán sufrió un esguince en su tobillo izquierdo en La Catedral. La buena noticia es que Oriol ya empieza a tocar balón para llegar al partido en Butarque ante el Leganés.
Con un único delantero disponible hasta la fecha surge el dilema ¿4-5-1 o 4-4-2? La opción de Sergio León como único hombre de referencia en la zaga rojilla está presente en los planes de Caparrós, pero esto le quitaría potencial en ataque a Osasuna, ya que entre dos el trabajo es más fácil. Otra opción sería esperar hasta el último momento a Oriol Riera, el que sería el acompañante de Sergio en la delantera.
Si este no llegase a tiempo para el partido ante el Leganés, Caparrós debutaría en la competición doméstica con un solo delantero en la alineación o con cuatro jugadores en la medular y en labores ofensivas con un delantero puro y un mediocentro reconvertido. La opción que no está presente es la de un 4-4-1-1 con un hombre por detrás del ariete. El debate está servido para el primer choque liguero de Caparrós al mando de Osasuna.