Día especial, para bien o para mal, el vivido hoy en las filas del Club Atlético Osasuna. Se ejercita por primera vez hoy el combinado rojillo tras haberse hecho oficial la destitución del que hasta ahora había sido el segundo entrenador de la temporada en Osasuna, Joaquín Caparrós. El utrerano no había sido capaz de conseguir los resultados esperados, con siete derrotas y una única victoria en los partidos en los que ha dirigido a los navarros.

Y nuevamente, se ha levantado descontento alrededor de la destitución del técnico andaluz, porque al igual que ya aconteció con Enrique Martín Monreal, las cosas podrían haberse hecho de otro modo. Podrían haberse hecho de cara. Se hizo oficial al mismo tiempo quien sería el nuevo entrenador de Osasuna, y no es otro que Petar Vasiljevic, el director deportivo del equipo.

No se sabe mucho sobre como será el dibujo, ni la táctica ni quienes serán los hombres que empleará sobre el terreno de juego el serbio. A decir verdad, es un hombre que no tiene experiencia entrenando equipos, pero será interesante ver como se las apaña con la plantilla que él mismo ha confeccionado. Con la única experiencia de haber sido asistente entre 2008 y 2010 en las categorías inferiores del combinado navarro, tendrá que tomar a un grupo de futbolistas plagado de lesiones y con diversas debilidades y tratar de mantenerlo en primera.

Lo más preocupante del acto es una declaración en especial, y es que los directivos rojillos, tras asegurar que a hora de la presentación de Vasiljevic, aún no habían hablado con Caparrós, afirmaron que si en cuatro jornadas la situación no empezaba a resolverse, se empezaría a pensar en formar un equipo para pelear en la segunda división. A decir verdad, Osasuna está toda la temporada en la zona baja de la tabla, y parece una situación muy difícil de resolver. Solo un buen mercado de traspasos invernal y una reacción inmediata podrían mejorar el devenir el club rojillo.